En las islas Egeas crecía un pueblo bárbaro, descendiente de los Arios puros, que había de ser el brote de la subraza Celta y fundador de Grecia.
Parece que el destino dejara en la más profunda obscuridad y abandono a los pueblos que habían de ser fundadores de grandes razas y de dinastías gloriosas.
Ningún pueblo llegó en las artes y en la filosofía tan alto como el Griego, a tal punto que será difícil superarlo.
Esta civilización, nacida entre las columnas de las siete ciencias, tocó y profundizó todos los conocimientos, descubrió y sintetizó todas las bellezas y dio un nuevo sentido a la vida mediante la poesía, la literatura y la filosofía.
En las islas Egeas crecía un pueblo bárbaro que había de ser el brote de los Celtas y fundador de Grecia.
Parece que el destino dejara en la más profunda oscuridad y abandono a los pueblos que habían de ser fundadores de grandes razas y de dinastías gloriosas.