En el Camino Ascético, para llegar a la Mística Unión del alma con lo Divino, especialmente en los primeros tiempos, es indispensable un Director Espiritual que guíe al alma por el Sendero que le conviene.
Fue dicho que el amor es el principio y el fin del Sendero; por eso, la Senda Real es aquella del amor.
Páginas enteras se necesitarían para explicar el magno poder del corazón.