La cuarta subraza Aria está formada por los Celtas. Es muy difícil precisar el origen de la misma pues es una parte de la primitiva raza Aria que había quedado incontaminada en el centro de Europa.
No se puede precisar cuándo se fundó la religión jaina, pues su memoria se pierde en los primeros siglos del Hinduismo, si bien aparece formalmente constituida en los comienzos del Budismo.
Antes de que alboreara en Europa el Renacimiento, la India milenaria, cuna de las más antiguas religiones y de la pura raza Aria, había decaído en forma alarmante.
El budismo, aquella pura religión que unos siglos antes despertó todas las conciencias de la India hacia la fuente de lo eterno, había sido desterrado a sangre y fuego al resto de Asia.
El Cristianismo marcó una nueva era básica, completamente distinta de las anteriores, que revolucionó al mundo y es aún credo de la civilización europea.
Todas las religiones nacidas de las dos grandes corrientes, védica y egipcia, desembocan en el mar del Cristianismo; las que no han desaparecido subsisten en decadencia.
Un conjunto de hombres semisalvajes, semidesnudos, semi-arios, habían permanecido vigilantes, durante milenios en la orilla del continente perdido.
Se habían sumergido bajo las aguas las tierras del cielo de plomo, de los templos y ciudades de oro macizo.
Por una estrecha franja de tierra que había escapado a los muchos sismos vinieron restos de tribus atlantes emigrando hacia el centro del continente americano.
Este se extendía virgen y espléndido en su estado salvaje hasta el sudoeste, donde la cordillera de los Andes asomaba sus crestas inmaculadas, surgiendo como nueva Venus de la espuma del mar.
Muy parecidos en religión y costumbres a los incas y también descendientes de los Atlantes, son los aztecas, miltecas y toltecas.
Al revés de los pieles rojas de las Montañas Rocosas, que habían conservado en alto grado las costumbres de una religión completamente espiritual con hábitos patriarcales y venerables, estos indios de Centro América eran materialistas, feroces y sanguinarios.