Con anterioridad al cuarto gran diluvio atlante, los sistemas hidrográficos de continentes e islas, tanto en lo que se refiere a lagos como a ríos, eran pobres. No había lagos de agua dulce; los existentes, en realidad grandes pantanos, eran salados debido a que se comunicaban con el mar.
Los iranios se desparramaron en distintas direcciones dominando, al cabo de un milenio, todo el mundo por ellos conocido.
Los atlantes habían desaparecido definitivamente del continente y moraban en las dos grandes islas que quedaban del continente hundido en el medio del Atlántico; eran conocidos por los pueblos iranios, más como mitos que como realmente existentes.
Los ario-iranios que ocupaban la región que actualmente riega la cuenca del Ienisei, costearon el Mar Helado y descendieron luego sobre la región del río Haneioc, que sometieron y devastaron.