Todos los días, cuando amanece, las ciudades se animan y empiezan a poblarse: los subterráneos descargan sus vagones repletos de pasajeros apresurados para no llegar tarde al trabajo, miles de colectivos ruidosos y completos se detienen en las esquinas para bajar y subir más trabajadores, los taxis ocupan la calzada peleando entre ellos con bocinazos, los niños ocupan por un rato las veredas con guardapolvos y uniformes para llegar a su escuela cercana, los porteros lavan las veredas, los propietarios levantan las persianas, en la City no se puede caminar por la peatonal Florida llena de oficinistas con portafolios, los policías miran, los quiosqueros venden diarios y revistas.