En la meditación afectiva se hace un cuadro imaginativo, pero no todos pueden o deben llegar al mismo tipo de cuadro.
Hay almas que todo lo ven a través de alguna imagen y otras son incapaces de hacer imagen alguna.
Consiste este paso en exponer a la observación y consideración del alma un cuadro que bien puede ser el desarrollo de un acontecimiento ya vivido, escenas que suelen observarse en el abismo o imágenes que hablan de lo divino.