¿Cuál es el significado de las imágenes que adornan los templos y santuarios? ¿Cómo es que la Divina Madre puede ser representada así, tan corpóreamente material y en actitudes tan distintas las unas de las otras?
¡Madre Divina! Te pedimos, Madre Amada, que el cumplimiento estricto y fidelísimo de la Observancia nos acerque a Tí, nos haga formar parte de Tí, seamos consubstanciales contigo; que la Observancia perfecta rija nuestras vidas en tal forma que nos transforme activa y verdaderamente en nadie; que podamos decir: Madre, no soy yo, Tú eres; no soy yo el que vivo, Tú eres la que vives en mí.
La ventaja que nos da la devoción a nuestra Divina Madre es la facilidad de contacto con la Divinidad. Dios es Dios. Dios es algo abstracto que con nuestra pobre mente no podemos comprender ni penetrar.
“El Maestro te llama” fueron las palabras de Marta a Magdalena cuando ésta lloraba sobre la tumba de Lázaro. Al Maestro, más que la muerte de Lázaro pareciera que le interesaba saber dónde se encontraba Magdalena.
El alma consagrada ha de estar siempre al lado del pozo para dar de beber al Maestro cuando viene. Nunca ha de encontrarla éste descuidada o sin previsión: “Estad siempre preparadas, Hijas mías”.
Aquél que quiera orar ha de imitar a nuestra Divina Madre. Ella ha de ser nuestro modelo en la oración, nuestra Maestra de oración.
En el Evangelio, la Virgen María ofrece un ejemplo perfecto de la oración: Las Bodas de Canaán.
El servidor vuelve con la noticia de que ninguno puede asistir: uno a causa de una cita anterior, otro por otra cosa y otro por otra. Entonces el Maestro, con gran dolor, manda a su servidor para que vaya a la plaza e invite a todos los mendigos y menesterosos.
Creo que la vida de las almas consagradas a Dios y la oración son una sola cosa; el estado perfecto se resume en oración.
La vida de oración continuada se logra por el cumplimiento de los Votos.
Hay que prepararse con la oración para que la Madre nos guíe durante el año en la educación de los niños.
Pidámosle que limpie la mente y el corazón de toda idea preconcebida respecto a los niños: “si el niño es bueno o malo, sucio, grande o demasiado chico o aún repulsivo; si los que envía la Dirección de Menores o no, si tienen esto o los de Villa del Dique tienen aquello, o si los de Villa del Dique son mejores que los de Embalse”.
Las almas consagradas, las almas de oración, siempre quieren y creen que han de tener consuelos y goces divinos continuamente en la oración. Esa gracia divina la necesitan los hombres del mundo que cuando oran buscan y reciben ese consuelo.