Es muy importante conocer la Mística Cristiana para poder apreciar como el Occidente practica, con modo y nombres propios, todos los ejercicios ascéticos para llegar a la Unión Divina.
Ya en los primeros tiempos del cristianismo, en la edad patrística, los monjes de Oriente practicaron diversos ejercicios metódicos que los llevaban a altos grados de espiritualidad.