Por una estrecha franja de tierra que había escapado a los muchos sismos vinieron restos de tribus Atlantes, emigrando hacia el centro del continente americano.
Este se extendía, virgen y espléndido en su estado salvaje hasta el sud-oeste, donde la cordillera asomaba sus crestas inmaculadas, surgiendo de la espuma del mar.
El concepto de un Dios personal como centro y vida de su Universo, creador de todos los seres, es una concepción del pensamiento egipcio.
El Ishwara de los Hindúes es el punto único que une lo Infinito con lo finito; al reverenciar a Ishwara el hinduísta venera a la Eternidad de la cual emana, pero el Dios de Egipto es Él y nada más que Él.