Curso XLVII - Enseñanza 39: Adoración por las Vocaciones (28/11/1958)
I. Recurrimos a Tí, Madre nuestra, recurrimos a tu Celeste Corazón para que sea sólo de allí que nos venga tu Palabra de bendición y tu ayuda.
¿Cómo podremos nosotros atrevernos a penetrar en el sublime secreto de las vocaciones sino a través tuyo? Tú que eres, oh Madre nuestra, la única luz, la única verdad de todas las almas. Sólo a Ti, oh Madre, podemos pedir para que elijas entre las almas a aquéllas que han de llevar el estandarte espiritual en el mundo y para que de entre todas ellas elijas aún a las almas que han de llevar el estandarte espiritual de Cafh.
Tú sabes cuáles son las predestinadas a Cafh. Tú sola puedes indicarnos cuál es su Nombre; por eso al no tener otros medios humanos para conocer este admirable destino, recurrimos al auxilio divino, a tu Divino Auxilio, para que Tú nos guíes con mano segura, con tu consejo certero, desprendido nuestro corazón de simpatía y antipatía hacia las almas predestinadas.
Creo que entre los seres humanos, estos Hijos aquí presentes son aquellos que más pueden pedirte esta gracia. Te la piden no por su valor sino por su consagración. Ese admirable misterio de las vocaciones de las almas ha sido descubierto y confirmado a través de nuestros votos, que es el acto que confirma nuestra vocación y la vocación sobre esta tierra, quiere decir, el lazo consagratorio de unión entre el alma y Dios.
Por eso nos atrevemos a pedirte, oh Madre, para que nos descubras las vocaciones espirituales, para que le indiques a las almas predestinadas el camino para acercarse a nosotros. Por eso venimos a golpear a tu Celeste Corazón. Tú conoces el nombre de todas las almas que tendrán que ser consagradas a Dios, lo conoces con tu amor, con la luz de tu Celeste Corazón.
II. Te pedimos esta noche por las vocaciones de los Hijos de Cafh. Ya Cafh ha mandado a todos sus hijos a todas las ciudades y a varios países para proclamar tu Divino Amor, la grandeza de tu obra espiritual sobre la tierra. Haz que estas almas consagradas, misioneras de tu Nombre Adorable, tengan la fuerza, la virtud, el consejo divino para guiar a las almas que les han sido confiadas y que se confíen a ellas.
Haz ¡oh, Madre Divina! que sean muchas y cada vez más las almas que vengan a buscar en la Gran Corriente de Cafh la Puerta Interior para su desenvolvimiento espiritual.
Haz, sobretodo, Madre, que estas vocaciones sean cuidadosamente custodiadas. Nunca sabremos, Madre, si estas almas cuando han caído en los primeros pasos, nunca sabremos si eran verdaderamente predestinadas o si al ser predestinadas las hemos apartado de su camino espiritual por falta de comprensión, de amor, de verdadera correspondencia.
No sólo te pedimos muchos Hijos para Cafh, oh Madre, sino toda la virtud para poderlos guiar por la senda espiritual.
Trae muchos Hijos, oh Madre, a nuestras Tablas de Patrocinados, esas tablas que son la puerta que lleva a la realización de nuestra vida.
Protege a esas almas que empiezan el Sendero, porque aquél que empieza el Sendero Espiritual en su principio siempre tiene gran fuerza humana, pero Tú das la fuerza del entusiasmo divino.
Haz que encuentren el pan que necesitan, el consejo que les dé la seguridad y que los aparte del peligro y los haga fuertes, en las primeras dudas y pruebas que tienen que pasar aquellas almas, no sabemos si por falta de vocación o por las circunstancias de la vida.
Haz que esa semilla que ha sido depositada en el corazón florezca como una gran vocación universal que da frutos copiosos en la intimidad y en el secreto de esas almas.
Llama a muchas almas para que florezcan esas Tablas, para que hagan inviolables los Radios de Estabilidad en donde han sido fundadas y sean semilleros vivos de otras vocaciones espirituales. Te pedimos hoy para que bendigas a las vocaciones de Cafh, a las que han ingresado últimamente; que sean fortalecidas en el amor, en la fe y sobre todas las cosas, sean fortalecidas en la fidelidad.
III. Pedimos a tu Celeste Corazón para las vocaciones de las almas consagradas.
La esencia de toda religión y el culminar de todo camino místico es la ofrenda de la vida a Dios y siempre hay en el mundo almas generosas con esto o aquello, pero que quieren dar toda su vida.
El mundo no podría subsistir sin las almas consagradas, porque ellas son el único puente entre el entre el cielo y la tierra, entre la construcción espiritual y la destrucción humana.
Te pedimos Madre por todas las almas consagradas enteramente a la Divinidad en todo el mundo; para que todos los caminos y religiones puedan llevarlas a la cumbre de la consagración; para que todas las religiones tengan muchos religiosos y religiosas todas consagrados a Dios; para que los senderos místicos y espirituales tengan muchas almas que abandonen todo lo del mundo y sólo busquen la Eterna Verdad; no importa a qué religión pertenezcan ni en que país se encuentren. Ellos son nuestros hermanos de sangre espiritual: en la India, en Europa, en América hay un lazo común, hay una ofrenda común que nos hace hermanos.
A Ti te pedimos por la consagración de los Hijos de Cafh. Lleva a las almas predestinadas a la Ordenación.
Entre los Hijos de Cafh a aquellos que han de ser sacerdotes, guías de sus hermanos, ejemplo para todos aquellos que confían en nuestra Obra.
Da a estas almas sobre todo el don incomparable de los Votos, de ese lazo de unión Contigo que transforma la miseria de los hombres, la pobreza de la carne, la limitación de los sentidos y afectos, que transforma en una luz brillante de comprensión, obediencia, fidelidad y da una consagración real y verdadera.
Haz que las almas consagradas a Ti que han elegido este Sendero sean fuertes en los primeros pasos, en las pruebas que siempre el recuerdo y la carne les depara, que sepan distinguir entre los panes espirituales de los Hijos de Cafh que están en el mundo, que son reflejo de esta verdadera felicidad espiritual, que no tiene asidero ni en el intelecto, ni en nada, sino que se asienta sobre su renuncia total.
Haz que nuestra vocación, oh Madre, sea tan absoluta y extraordinaria que las almas consagradas comprendan que la conquista de las almas sólo se realiza a través de nuestra entrega, renuncia y muerte mística.
Eso te piden hoy todas las almas consagradas a Ti, oh Madre, eso piden a Tu Celeste Corazón.
IV. Pedimos a Tu Celeste Corazón para las vocaciones espirituales que nacerán en esta obra de Cafh, en este nuestro Colegio.
Tú nos has puesto aquí para cumplir una misión educacional, pero detrás de esa misión está la divina misión de instruir a las almas, de despertar el sentido espiritual en esas almas a nosotros confiadas.
¿Cuántas almas, Madre nuestra, serán conquistadas e irán a la vida espiritual en la vida, fruto del trabajo de estos Hijos consagrados a Cafh en tu Santa Casa?
Te pedimos, oh Madre, para que estas almas que hemos preparado para la vida espiritual con toda la fuerza de nuestro corazón y amor, que las guíes por la senda de la vida; que apartes de ellas las tentaciones; que las ayudes en las necesidades materiales de la vida para que nunca pierdan de vista la luz divina que les ha sido confiada. Han vivido en contacto con almas consagradas, han sentido el Poder de la Gran Corriente, por un instante han estado unidas a la Unión Substancial de nuestra consagración de Renuncia.
Te pedimos de corazón que estas almas mantengan el fuego espiritual, se encaminen, no que estén consagradas a Cafh, porque eso seria egoísmo. Lo único que te pedimos es que sean espirituales, que lleven el Fuego de Cafh que les hemos infundido, al mundo, en la vida, sociedad, trabajo; en aquel campo dentro del cual tendrán que desenvolverse en la vida y si alguien fuera destinado para el Camino de Cafh, guíalo hasta la hora en que pueda volver a nosotros, no volver en espíritu sino como alma de Cafh, un ser de infinitas posibilidades.
Hoy te lo pedimos en la Capilla de tu Colegio, dentro del Radio de Estabilidad de Tu Tabla de Ordenados de Embalse, para que bendigas nuestro trabajo espiritual que entregamos al bien de la Humanidad.
V. Te pedimos por las vocaciones espirituales de las almas que moran en el mundo astral. Danos una fuerza tan admirable de concentración, un don tan sublime de oración y ofrenda para las almas desencarnadas que podamos penetrar en ese otro mundo y escoger a las almas que son destinadas para Cafh. No lo pueden hacer en la tierra y piensan y desean hacerlo en el más allá, y Tú sabes cómo esas almas necesitan de la oración y ayuda sobretodo de nosotros, para poder volver a orientarse en ese mundo de oscuridad y tinieblas terribles y continuas y tremendos cambios. Tú nos has dado, por la fuerza de nuestra vocación, confirmada por los votos, por la oración continuada en acción, estudio y concentración mental, Tú nos has dado el poder para auxiliarlas, llevarlas por esas sendas que ellas íntimamente han deseado seguir y no han podido realizar.
Cada una de las oraciones de un Hijo consagrado es una puerta que se abre para un alma desencarnada.
Hoy te quería pedir para un alma y Tú me lo has confirmado con una carta. Una Señora me escribió que había tenido un sueño en el cual esa persona había venido al Cerro y que el Caballero Gran Maestre la esperaba aquí, cerca de la Capilla, mientras Révora le abría la tranquera para que pasara.
Admirable confirmación a mis deseos.
Otras veces me los has demostrado: cómo a través del contacto de nuestra oración y sacrificio, vienen a incorporarse en el mundo astral, vienen a incorporarse a Cafh astralmente.
¡Cuantas almas muertas en fatales accidentes fueron liberadas de esa tremenda pesadilla de una muerte violenta!
Danos esa fuerza para que demos tu consagración de renuncia para guiar a estas almas a ese hogar de paz que es la Tabla Astral de los Hijos de Cafh.
Abre la puerta para que vengan a formar parte de la Sagrada Corriente de Cafh, que muchas sean orientadas hacia nuestro Camino.
Que nosotros podamos tener siempre esa fuerza de sacrificio y renuncia para darle la mano a estas almas anhelosas de luz, de protección espiritual y del Sendero de Dios y de la Gracia.