Curso XLII - Enseñanza 9: Ejercicios para el Dominio de la Rueda Solar
El plexo solar es un centro de poder. El que domina esta rueda da vida o da muerte. Ello se explica teniendo en cuenta la relación que existe entre la Rueda Solar y el plano cósmico-energético.
Para desarrollar el plexo solar son necesarios diversos ejercicios. El que a continuación se describe es el único que se hace con la cabeza descubierta al sol.
El sol es benéfico o dañino. Es benéfico si la mente superior está despierta y atenta; es dañino si el ser se adormece y deja que active por sí solo el pequeño cerebro o plexo solar.
Se practica de mañana, a la salida del sol, después del ejercicio respiratorio.
El estudiante ha de colocarse con el busto descubierto, mirando al sol levante.
Ha de procurar no apartar los ojos del sol, ni pestañear. En seguida verá el horizonte lleno de brillantes y diversos colores. No ha de dejarse llevar por la curiosidad ni por lo que de hermoso vea, sino ha de mantener fija su vista en el astro rey.
Ha de procurar no dejarse invadir por la somnolencia después del primer cuarto de hora de este ejercicio, sino seguirlo bien atentamente.
En el segundo cuarto de hora concentrará todo su pensamiento en el estómago y, en especial, sobre la glándula pancreática, con el vivo deseo de transmutar la fuerza de los rayos solares a su interior.
Este ejercicio, al actuar sobre el páncreas que contiene vagotonina, la cual es estimulante del vago simpático, acrecienta el poder nervioso.
En el tercer cuarto de hora, secará su cuerpo con una toalla y bajará lentamente la vista, para volver a levantarla en el último cuarto de hora.
El discípulo deberá en este tiempo cuidar sus deseos, porque éstos serían fácilmente satisfechos. No entre en su mente ningún pensamiento de odio, de muerte o de ruina, a fin de no dañar a las personas que rodean al estudiante.
Terminado el ejercicio, expulsará toda la mala voluntad por el ombligo y ano, tal como se describe en la enseñanza que se refiere a la Rueda Control.
Este poder crece rápidamente a medida que se practica el ejercicio y se conoce el adelanto por una característica física: el vientre se pone muy amarillento, color oro, y el pecho se vuelve rojizo, durante la hora del ejercicio.