Curso XXXII - Enseñanza 9: SER Y NO SER

El Absoluto, el “Ser y No Ser”, es la imagen que la mente limitada del hombre puede hacerse del No Ser; mientras que el Ser, es todo lo existente, toda la maravillosa variabilidad y continua transformación de la Gran Obra.
Pero las mentes humanas nunca pueden llegar a un concepto claro de lo que es lo Condicionado y lo Incondicionado. Se pasa de un borde a otro del abismo y se enreda, ya sea en una pesimista negación o en una materialista afirmación.
Unos afirman que todo es ilusión y, entonces, la vida ya no tiene objeto; mientras otros siempre giran alrededor de dos principios paralelos que jamás se encuentran, cayendo en el dualismo y en el materialismo.
Únicamente la unión armónica de estos dos grandes ideales filosóficos puede traer la armonía de una clara comprensión y visión espiritual de lo Absoluto y de la Creación Universal.
Lo Absoluto, que por sí no puede tener atributos ni definiciones, se afirma en todo lo existente y es lo que se intuye tras todas las transformaciones de la vida.
El culto a lo Eterno y el culto a la Madre Divina, rodeada de millares de Dioses, son uno: Ser y No Ser.
Pero, ¿cuándo se produce y en qué lugar se efectúa el gran cambio?
¿Cuándo el No Ser deviene a ser el Ser?
¿Es acaso el Espíritu o el mundo espiritual el estado de No Ser? No.
El Espíritu, cuando llega hasta Aquél, no puede ser Espíritu.
Entonces ¿el No Ser es el vacío y la nada? No.
Si el aliento existe en la Eternidad, todas las cosas permanecen en Él, en la obscuridad, “fuerza astringente y comprensiva”, como le llama Fabre d’Olivet.
Dice Plotino: “Quitémosle todas las cosas, no afirmemos nada de Él, no mintamos diciendo que hay algo en Él y dejémosle Ser, sencillamente”.
Más adelante, también en sus escritos, llama al estado incondicionado, “No Ser", “oscuridad y silencio”.
Pero ¿quién podrá describir cómo y cuándo esta profunda y astringente oscuridad abre su esencia a la manifestación con números, medidas y detalles?
Los antiguos sistemas filosóficos han dado los cálculos del Universo. ¿Son exactos o no? Todavía es esta una cuestión a resolver, pues la mente humana mezcla lo real con lo irreal y confunde el simbolismo con la realidad.
Los hindúes dicen: “Así como después del día, el velo de la noche oscurece y envuelve todas las cosas, lentamente termina el ciclo de los tiempos y, como por siete Eternidades se manifiesta, así también descansa la inmensidad por otras siete Eternidades. De la Manifestación se ha pasado ahora a la Inmanifestación”.
Pasado cada ciclo inmenso, lo que existía en el seno oscuro de lo Eterno, vuelve a despertar y visiblemente se manifiesta a la vida en otros siete ciclos inmensos.
En la aurora del nuevo día cósmico, tras de una alborada, que como un suave velo producido por el Aliento Eterno, vuelve a despertar la vida a la existencia, empieza la nueva Manifestación.
¿Deja por eso de existir lo Incondicionado? No.
Él siempre Es. Él siempre Fue. Él siempre Será.
Estos cambios periódicos de actividad y descanso cósmicos no son sino figuras que la mente humana ha producido para conocer algo del Secreto Eterno.
Lo Incondicionado sin condición no existe, porque entonces no sería más que la nada.
El trutis del descanso universal es el momento en que lo ignoto se reconoce a sí mismo.
El sueño cósmico no es la nada, sino lo Eterno que absorbe todas sus fuerzas en Sí mismo, para expandirlas luego, en una nueva era de creación, por el espacio.
Inmenso y grandioso concepto éste, que el hombre no puede comprender, ni aún el más puro, sino únicamente intuir, pues está más allá de todo lo que Es.
Dios es Ser y No Ser, Manifestación e Inmanifestación, personalidad e impersonalidad, esencia en el sueño de la Eternidad y sustancia en el día de la vida.
Algún día, todo lo que Es, todos los sistemas planetarios, al toque de clarín de la noche larguísima del ocaso misterioso, volverá al seno de la Madre Divina que los vio salir de Sí, como sale el vapor de las aguas por la acción de los rayos solares, para volver al seno de la Eternidad.
Sin embargo, ¡oh Milagro Eterno tan difícil de comprender!, nada ha dejado de existir ni dejado de ser en ningún instante.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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