Curso XXXI - Enseñanza 14: La Tradición Iniciática

Los Iniciados Solares de la Primera Categoría son aquéllos que transmiten la Revelación de la Idea Madre de toda la Raza.
Ella fue transmitida en los albores de la Raza Aria.
La Enseñanza cita tres nombres de Iniciados Solares de Primera Categoría: el Manú, Teti y Noé; pero a falta de una absoluta seguridad histórica, es indispensable para identificar a estos Iniciados usar siempre el nombre de Manú, que quiere decir legislador divino, tomando así este nombre un carácter genérico.
Es indiscutible que los Iniciados Solares dictaron la Revelación auténtica de los Arios, pero Ésta fue transmitida íntegramente por uno solo de Ellos y repetida simultáneamente por los Otros.
Los Iniciados Solares de Segunda Categoría adaptaron la Revelación sin tergiversarla a los pueblos que debían guiar y ésta, no en forma escrita sino oral.
Fueron los Iniciados Lunares, discípulos de estos Iniciados Solares, quienes redactaron y escribieron sobre la Revelación en forma histórica y dogmática.
Es completamente falso que la Revelación fue dada obscuramente en un principio, como quieren afirmar ciertas escuelas de Teología racionalista, y que Ésta se fue aclarando y definiendo más a través de la evolución de los pueblos y por el desarrollo mental de los hombres.
La Tradición de la Revelación Iniciática de los Arios fue transmitida por los discípulos en toda su pureza; sólo muy posteriormente se fue desvirtuando y adulterando por la presión de los valores humanos en contra de los valores reales del espíritu ario primitivo.
Los Iniciados Solares de Tercera Categoría conservaron la Revelación constantemente y aún la conservan. También son los custodios, sobre la Tierra, del lugar secreto en donde está guardada la prueba gráfica de la Revelación. Esta es una de las enseñanzas y creencias más auténticas y antiguas de los Hijos de Hes de que existe una prueba, desconocida para todos los hombres de esta Divina Revelación.
Los Iniciados Solares de Cuarta Categoría tienen la misión de renovar la proclamación de la Revelación sobre la Tierra. Han de sacarla de los escombros en donde la han sepultado las falsas doctrinas humanas y la vuelven a presentar al mundo en sus formas claras, accesibles y divinas.
A veces los Grandes Iniciados Solares de Tercera Categoría o sus discípulos transmiten la Revelación, o algún aspecto derivante de esta Revelación, a algunas almas extraordinarias de un modo sobrenatural en forma de visión astral o intuitivamente por ciencia infusa.
Estas Revelaciones son dadas cuando es necesario para la Sociedad, para una Obra o para un alma que ha de desarrollar una determinada misión. Siempre es dada para enseñar lo que humanamente no se puede saber y para aclarar ciertos puntos obscuros o para avivar más la fe y amor hacia Dios.
Desde luego que para que estas Revelaciones sean auténticas han de dar un testimonio claro y visible de la verdad, y esto es o por premonición de hecho, o por aclaración de una idea anteriormente desconocida y después completamente aclarada, sin la intervención de la deducción analítica racional.
Los Teólogos racionalistas niegan el valor de la Revelación, porque afirman que Dios no necesitaba de la misma para guiar los destinos humanos cuando ya a priori había predeterminado todos los acontecimientos, y que Dios ya desde el principio de la Eternidad había preestablecido lo que debía ser hecho; pero este concepto negaría inmediatamente, al admitirlo, la existencia del libre albedrío del hombre, el cual, por una ley de predestinación consecutiva, tiene un determinado campo de conciencia dentro del cual puede determinar por sí y hacer posible su adaptación a la Raza, o su evolución hacia una Raza mejor.
Entonces la Tradición Iniciática de la Revelación es de suma utilidad a los hombres e indispensable para el cumplimiento del plan divino en la Raza Aria. Es tan indispensable, que esta Revelación Aria ha de dirigir la Idea Madre en un ser que tiene sobre sí todo un destino animal y al mismo tiempo una libre conciencia con una infinidad de posibilidades espirituales que influye hasta su mismo físico, hasta sobre su misma naturaleza.
Por la Revelación el hombre hace una rápida adaptación fisiológica a las formas de vida existentes sin estar sujeto a las lentas adaptaciones de las especies.
Esta Revelación Natural de los Arios, estará fortalecida por la Revelación Sobrenatural que pone al hombre de inmediato, al tener conciencia de sí, en contacto con la Idea Madre y las ideas fundamentales derivantes, a través del don hereditario de adaptación cerebral que le es transmitido racialmente con la llamada educación del niño y por las enseñanzas simbólicas, cosmogónicas y religiosas que van inherente con el despertar de conciencia del ser ario y le evitan el largo proceso de conocer las cosas por sí.
Todo hombre, entonces, tiene la obligación moral de conocer, amar y practicar la Revelación Divina y esta Revelación Divina que conoce a través de la Tradición ha de ser el norte de todo hombre que desee alcanzar su liberación espiritual.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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