Curso XXXI - Enseñanza 3: El Método

El estudiante de Teología ha de valerse del conocimiento de las diversas filosofías. Discurriendo sobre ellas, recordando, razonando, discrepando e hilando las tesis, se predispone a conocer la Verdad, o Teología.
Mientras el estudiante cumple este trabajo, se vale de todos los medios mentales que han sido puestos a su alcance para acercarse al fin propuesto.
El es Viator: Viandante.
Aquél que persevera en el estudio de las filosofías y practica las ciencias de ellas emanadas e investiga los fenómenos naturales por ellas enseñados, recibe, por la pureza de vida, por aplicación constante y la oración continuada, la Luz Infusa que aclara su intuición sobre las Verdades Eternas reveladas.
Recibe la Luz Infusa del Saber Divino o Teología y, mediante el discurso y los conceptos aprendidos de la Filosofía, puede conocer humanamente el significado de los distintos puntos revelados.
El es Peregrinus: Peregrino.
Pero el estudiante adelantado conoce estos puntos fundamentales de la Teología por éxtasis o Divina Unión.
El estudiante, durante este estado, comprende también las Verdades Divinas no reveladas, pero sólo indirectamente y en estado potencial; es decir, si uno alcanza a comprender una Verdad Divina, conoce también potencialmente a todas las demás verdades, si bien no las puede expresar ni trasladar a su campo mental.
El es IHES.
Los estudiantes, todos, pueden llegar al estado de Peregrino, pero muy pocos al estado de IHES, que es casi exclusivamente patrimonio de los Iniciados o discípulos de Iniciados.
El conocimiento de Teología sobre el estudio racional de los diversos puntos de la Revelación y comprendido por la intuición, por la Luz Infusa, es Theologia ad. Es un saber resultante de un conocimiento adquirido, unido a la experiencia propia y expresado de un determinado modo, con claridad.
El conocimiento de Teología que se adquiere por éxtasis, es Theologia sine quod, que quiere decir conocimiento adquirido mirando a Dios, frente a frente, íntimamente.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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