Curso XXX - Enseñanza 4: La Filosofía del Ser

La Filosofía del Ser es la de la Manifestación Divina, considerada en sí, exclusivamente.
El Universo no es una fuerza única y absoluta, sino una fuerza dual, dos inmensas corrientes que corren paralelas, se acercan, se alejan, sin llegar nunca a fundirse en una.
Estas dos fuerzas cósmicas son: el Espíritu y la Substancia. Ni una ni otra es permanentemente superior, sino que, en determinados casos, predomina una de ellas.
El filósofo ha de conocer estas dos fuerzas motrices del Universo: el Espíritu, fuerza invisible, y la Substancia, fuerza visible.
Como el Espíritu se acomoda a las condiciones de la Substancia para manifestarse en ella y luego libertarse, para conocer el Universo es indispensable conocer en todas sus partes la Substancia Cósmica.
Esta expresión dual del Universo, al no ser una unidad, se reproduce continuamente y da lugar a una infinidad de fuerzas semejantes a ella.
Durante este continuo devenir, el Espíritu, que procura la dignificación de la Substancia y la liberación final, usa como instrumento primario a la mente.
La mente es, para estos Filósofos, la expresión del Espíritu; la fuerza del pensamiento, fija en la materia, es la Energía del Universo expresada a través de los continuos movimientos y cambios.
La Substancia, que tiene como cualidad la inercia, es vencida al final por la otra fuerza.
La Filosofía del Ser se basa, entonces, en el conocimiento de estos tres aspectos cósmicos: Mente, expresión del Espíritu; Materia, expresión de la Substancia; y Movimiento, fuerza energética de la trayectoria que efectúa el Espíritu al juntarse con la Substancia, y viceversa.
El estudio de estas Escuelas era fundamentalmente especulativo.
El filósofo preguntaba: ¿Qué es la Substancia? Y contestaba: No he de seguir adelante en mis estudios hasta no conocer la Substancia del Universo; no conoceré la Substancia del Universo si no conozco todas sus cualidades, acciones y reacciones, formas y medidas, aspectos íntimos y aspectos diferenciados.
Después preguntaba: ¿Qué existe entre la Substancia y el Espíritu, el vacío o una fuerza infinita? Y contestaba: no el vacío, sino las vibraciones de la Energía Cósmica llenan los espacios existentes entre la Substancia y el Espíritu; he de conocer todas las fuerzas vibratorias antes de ir adelante.
Luego preguntaba: ¿Qué es el Espíritu? Y contestaba: el Espíritu es la superesencia del pensamiento; no podré conocer el Espíritu hasta que no conozca todas las formas del pensamiento y se sus derivados.
Después de haber formulado estas preguntas, que son postulados de esta Filosofía, comenzaba sus estudios.
Esta Filosofía, que ha aportado a la Raza Aria un extraordinario conocimiento de todos los valores de la Vida, fundamentalmente, hizo de sus estudiantes materialistas, dualistas o deístas.
El estudiante, al investigar las cualidades de las substancias del Ser, tuvo resultados positivos que le dieron extraordinaria satisfacción personal y fueron de gran utilidad para la Humanidad; pero, al mismo tiempo, al detenerse el estudiante demasiado tiempo en este renglón, descuidó las dos partes restantes: el estudio de la Metafísica y el de la comprensión esencial del Espíritu.
No se apartaron de los postulados fundamentales, pero descuidaron los dos primeros. Al no profundizar y al no negar y, al mismo tiempo no conocer la real naturaleza y existencia del Espíritu, tuvieron que conformarse, no con el resultado de sus estudios personales, sino con las definiciones que otros Maestros anteriores les habían legado.
Por eso, la esencia del Espíritu, no estudiado directamente, se transformó en algo superior, inaccesible para estos Filósofos; se transformó en el Dios Personal.
Esta Filosofía fue destinada a penetrar, desde los Arcanos de la Naturaleza hasta los arcanos del Rey; y hubo, periódicamente, movimientos tendientes a volverla a su prístina pureza; pero sin éxito fundamental, porque o se descuidaron los postulados inferiores, o formaron filosofías características, apartadas de la Idea Madre.
Los primitivos estudiantes, después que hubieron estudiado, a través de diversos cursos, las distintas manifestaciones de la Substancia Cósmica, pasaban a Escuelas superiores, donde se dedicaban a analizar las energías de la Naturaleza, sus fenómenos y los fenómenos psíquicos del ser. Este curso abarcaba varios años; aquí muchos quedaban rezagados, pues es muy corta la vida del hombre para tan vasto estudio.
Todos los extraordinarios adelantos que en el estudio de la energía material y en el dominio de las fuerzas atmosféricas alcanzaron los pueblos antiguos, son debidos a estos Filósofos.
Después, los estudiantes pasaban a una tercera Escuela, donde aprendían la expresión del Espíritu a través del pensamiento.
Si estos Filósofos hubieran logrado establecer en el mundo su punto de vista, tan grande hubiera sido su alcance, que los hombres se hubieran transformado en semidioses.
Esta Filosofía, en la Raza Aria, fue una semilla que sirvió para dar vida, a través de sus conceptos, a una infinidad de otras Filosofías.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

Relacionado