Curso XXX - Enseñanza 16: La Filosofía

El estudio de la Filosofía es como el lago de la montaña que vierte su agua por diversos arroyuelos.
Desde las altas cumbres, donde el pensamiento es uno, los estudiantes analizan la Idea Única, dividiendo así los conceptos en diversas expresiones que se transforman a su vez en distintas filosofías.
Se dice: filosofía platónica, filosofía aristotélica, y así sucesivamente, como si hubiera más que una Filosofía.
El que se llama Filósofo sin ser tal, se encierra dentro de un determinado concepto y dentro de un campo magnético o modo de pensar, negando todo lo demás; pero el verdadero Filósofo, si bien se mantiene en su ciudadela y defiende su posición, no deja de reconocer que las diversas ideas forman el conjunto de la Filosofía.
Las grandes filosofías, aparentemente tan divergentes entre sí, si unen sus postulados fundamentales, son todas expresiones diversas de la Verdad, que en su conjunto forman la única Filosofía, que es la reina de las filosofías.
A través de las edades han surgido Grandes Iniciados que tuvieron que lanzar al mundo la potencia de la Idea Madre revestida de la característica y la necesidad de la Humanidad del momento; pero, esas nobles filosofías, sin embargo, no eran sino una adaptación de la Filosofía y el estudiante nunca ha de perder de vista la unidad del pensamiento universal.
Es necesario afirmar una vez más que con un concepto así vago y general no puede conocer el estudiante la Filosofía porque al generalizar, pierde interés por la especulación y el método que llevan a la práctica del recto pensar.
Es preciso que el estudiante adopte una posición, que adopte un postulado filosófico y se mantenga firmemente en él, para poder, desde allí, conquistar los diversos puntos que señalan los Grandes Centros Laya del conocimiento filosófico.
Para eso, es necesario dogmatizar sin dogmatizarse, con el objeto de afirmarse en sus propias ideas; es necesario adquirir recursos mentales para sostener, defender y sobreponerlas a las demás; pero en lo interior hay que mantener esa santa libertad que goza constantemente de los efluvios de la Idea Única.
Algunas religiones comprendieron este alto concepto y llamaron a su punto de vista particular y fundamental de filosofía, Teología. Obligaron al estudiante a que, recibiendo estos postulados filosóficos como divina e indiscutible revelación, tuviera que someterse a ellos incondicionalmente; y todos los demás puntos que de ellos derivaban, seguían siendo parte del campo de la Filosofía, quedando el estudiante en libertad para discutir, discurrir, negar y afirmar, según su modo de comprender y deducir.
La Filosofía es el Pensamiento de Dios revelado a los hombres; es como si la Divina Madre se quitara su Santo Velo para entregarlo a su bien amado Hijo.
La Filosofía, expresión pura del Pensamiento, es la única arte valedera que puede devolver la felicidad al hombre.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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