Curso XXVII - Enseñanza 9: La Diosa Asiria de la Guerra

Estrechado entre los poderosos imperios Caldeo y Egipcio, un nuevo pueblo había surgido: los Asirios.
Los Caldeos, los Asirios, los Fenicios, los Sirios, los Sargónidas y los Persas constituyen la tercera subraza Aria llamada Irania.
Las subrazas Arias se dividen del siguiente modo:
Raza Raíz Aria:
Primera subraza: Ario - Aria
Segunda subraza: Ario - Semita
Tercera subraza: Ario - Irania
Cuarta subraza: Ario - Celta
Quinta subraza: Ario – Teutona (está terminando)
Sexta subraza: Ario - Americana (está empezando)
El pueblo Asirio estaba seleccionado entre los Caldeos Arios Semitas y destinado a formar una religión védica por excelencia. Se había formado fuerte, indómito y peleador, ya que era destino de Asiria mantenerse independiente a costa de guerras continuas pues la rodeaban potencias enemigas.
Es lógico, entonces, que la religión Asiria sea por excelencia guerrera y personificación de los poderes de la guerra, del combate y de la victoria.
El Rey de los Asirios Asur, es un Iniciado Ario, que guía ese pueblo a la conquista de una civilización nueva: la civilización por la fuerza.
Los Asirios, al saberse fuertes, no fueron crueles con los vencidos, para poder aprender sus enseñanzas, asimilar sus buenas costumbres y entrefundir los valores constructivos.
Asur, el Rey Iniciado, se transforma en Ciudad Santa y la Ciudad Santa se transforma en el Santuario vivo que tiene por culto supremo a Asur.
Fue testimonio de este valor progresista de los Asirios la gran biblioteca de Asur. Estaban reunidos allí documentos de la antigua civilización Atlante, de la historia de los primitivos Asirios y el libro de la profecía y de la construcción de la gran pirámide de Cheops. De esta biblioteca quedan resabios de sus tablillas y escrituras sobre papel impermeable en el Museo Británico.
Como la Asiria es la religión de combate, el Dios constructor de ella es el Gran Rey vencedor, constructor del reino Asirio, Nino, el Vencedor. El aspecto femenino de la Divinidad está representado por Semíramis, la hija divina de Derketo de Ascalón.
Semíramis fue abandonada al nacer y la recogió un pastor llamado Simas que la crió amorosamente y la instruyó en el arte de la guerra. Casada con Cannes, lo siguió en los combates; Nino se enamoró de ella, la arrebató al esposo y la asoció al imperio. Desde entonces ella cruzó la vida sobre un resplandeciente caballo de batalla, yendo de victoria en victoria, fundando templos, venciendo enemigos, enriqueciendo de tesoros de arte la gran Nínive. Luego, su hijo Ninias conspiró en su contra y cuando ella lo supo, herida por el dolor, se transformó en una blanca paloma que desapareció en el cielo.
El culto primitivo de los Asirios era el mismo que el de los Caldeos. Adoraban al Dios Belo y le ofrecían sacrificios; pero después formaron un culto propio divinizando a sus reyes o transformando esos dioses extranjeros en dioses nacionales.
De esta antigua religión no queda al día de hoy resto alguno en el mundo; pero su historia de grandeza religiosa, de un Dios Uno y Trino, de un castigo y de un premio después de la muerte, está escrita en todas las religiones que la sucedieron.
Cuando el pueblo Asirio decreció y empezó su decadencia los cultos primitivos, puros y fuertes, que imploraban la victoria antes del combate o celebraban el triunfo después de la batalla con ritos sencillos y primitivos, fueron suplantándose por ceremonias lujosas y sacrificios humanos.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

Relacionado