Curso XXVII - Enseñanza 6: Diez Grandes Religiones

Se han explicado en las Enseñanzas anteriores que dos grandes religiones fundamentales se habían encauzado en los comienzos de la Raza Aria. Los Arios puros fundaron una religión humana que al contacto con los Arios Semitas se transformó en Humana-Divina. Los Arios Semitas que no se habían alejado mayormente de las orillas de la tierra perdida mantuvieron una religión divina que al contacto con los Arios de la primera subraza se transformó en Divina-Humana.
Se tienen entonces dos religiones fundamentales: La Ario Védica y la Ario Semita Egipcia. Una u otra alternativamente se vencieron, se superaron, se asimilaron, se desprestigiaron, pero la finalidad fue que triunfara la religión Védica y que se perdiera la religión Egipcia.
Los Arios Arios fundaron una religión humana que se transformó en Divina; mientras los Arios Semitas desaparecen con Egipto, después de haber entregado a los hombres blancos el tesoro de su Divina Religión.
Estaba escrito, era su karma, que los hombres de la nueva raza de la razón triunfaran y que los otros fueran derrotados.
Quedaron vestigios de estas Religiones Divinas en los Templos del Sol (Cuzco, en las regiones salvajes y perdidas de América) que desaparecieron como castillos de naipes a la sola aparición de un puñado de españoles que no eran los vencedores por el poder, sino los vencedores por el derecho del karma.
Las dos grandes corrientes Védicas y Egipcias fueron las fundadoras de las diez grandes religiones del mundo antiguo, hasta el advenimiento del cristianismo.
Los Arios Vedas dieron vida a los Caldeos, Persas, Griegos, Galos y Romanos.
Los Arios Semitas dieron vida a los Asirios, Sargónidas, Israelitas, Chinos y Budistas.
Estas diez grandes religiones plasmaron la Idea Madre de toda la raza Aria: la lucha entre el espíritu y la materia, el balancear de los pares de opuestos, la intensa lucha entre una razón humana y una intuición divina.
Los Caldeos, los Persas y los Griegos eran de tez clara, grandes propulsores de la vida y de la civilización por el esfuerzo propio; son una vislumbre de lo que podrá alcanzar el hombre con el solo empuje de su voluntad y discernimiento.
Los Galos, enjambre de Arios olvidados en las regiones tórridas del centro de Europa, tuvieron la misión de conservar lo más pura posible la religión de la naturaleza.
Los Romanos, formados por el refinamiento griego y empujados por la ola de bárbaros del Norte, formaron entre estas dos corrientes la religión más fuerte de nuestra raza, pues sobre ellos se fundó el cristianismo y toda la actual civilización.
Los Asirios y los Sargónidas fueron en sus orígenes de tez obscura y transmitieron con su extraordinario desarrollo, más intuitivo que racional, la Divina Religión de los Egipcios.
Los Israelitas, rama salida también de los egipcios Atlantes, tienen la misión de mantener con su religión el concepto de un Dios Único y Personal, perpetuándose durante todo el transcurso de la Raza Aria, como símbolo vivo del origen de nuestra misma raza.
Los Chinos de descendencia Lemuriana, fueron absorbidos por la Religión Atlante; ésta fue transmitida a través del aparente materialismo de las altas enseñanzas de Confucio y Lao-Tse.
Los Budistas, si bien nacidos en pleno seno hinduista, son una caracterización de las antiguas religiones egipcias. De allí el odio mortal y encarnizado que ha existido siempre entre hinduistas y budistas.
Sobre estas diez grandes religiones se fundó el mundo antiguo, se desenvolvieron las cuatro primeras subrazas de la raza Aria hasta que volvieron a desmoronarse, a confundirse y a reencarnar en el naciente cristianismo y en las nuevas religiones.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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