Curso XXIII - Enseñanza 9: La Subraza Ario-Irania
Con anterioridad al cuarto gran diluvio atlante, los sistemas hidrográficos de continentes e islas, tanto en lo que se refiere a lagos como a ríos, eran pobres.
No había lagos de agua dulce; los existentes, en realidad grandes pantanos, eran salados debido a que se comunicaban con el mar.
Los ríos eran muy cortos, ya fuera por desembocar en el mar cerca de su nacimiento o porque sus aguas eran absorbidas por el suelo. Puede suponerse que estas características obedecían principalmente a la porosidad de la tierra. La sucesión de temperaturas muy altas y muy bajas, provocaría el resquebrajamiento del suelo, impidiendo que el agua se juntara en la superficie.
El cuarto gran diluvio aparejó un cambio fundamental; es de creer que las continuas lluvias dieron origen a un clima menos extremo y que además influyó algún otro factor para impermeabilizar la tierra, tal vez el arrastre y depósito de grandes cantidades de materia orgánica, especialmente algas.
El hecho es que, a partir de entonces, se formaron lagos de agua dulce, formados por las aguas pluviales o surgentes, que se juntaban en las depresiones sin ser absorbidas. También aparecieron los primeros grandes ríos cuando buscando su nivel, las aguas encontraban un paso para franquear las alturas que las rodearan, formándose así los primeros grandes cauces.
Mientras tanto se gestaba la subraza ario-irania, cuya definitiva aparición ocurrió hace 75.000 años.
Estos negros iranios, guerreros y salvajes, arrasaban a su paso toda civilización. Únicamente respetaban a los animales salvajes, siendo los primeros en usarlos para servicio del hombre y en los cultivos de trigo.
Conquistaron a la India actual, absorbiendo definitivamente a los descendientes de la Tribu de Narada, así como a los de Marichi y Atri.
Desde la India continuaron sus conquistas, siguiendo los cauces que las aguas abrieron, como grandes surcos, a través de la tierra.
Una columna de ario-iranios, salida de la India, costeó el Golfo Pérsico, atravesó en balsas el mar que cubría a la actual Arabia, hasta una isla ubicada donde hoy está Egipto. Costearon hacia el Sud el mar, hoy desierto de Sahara, hasta una latitud que corresponde aproximadamente a Mozambique. Desde las montañas de Etiopía descendían ya las aguas que formarían el futuro río Nilo.
Una segunda columna siguió una ruta parecida a la de la Tribu de Vashishia; cruzó las islas que aún quedaban en el Atlántico, que se iban hundiendo, y llegaron a América donde absorbieron definitivamente a los ario-arios. Se establecieron principalmente en la región hoy regada por la cuenca del Río Colorado de los Estados Unidos.
Una tercera columna siguió el valle de un gran río, llamado Haneioc, que muchos siglos después se dividiría en dos, actuales ríos Eufrates y Tigris; dominaron la región de la actual Mesopotamia.
La cuarta columna de Iranios, llamada la desgraciada o la fracasada, se dirigió a unas grandes montañas, posiblemente en la región de las cuencas de los actuales ríos Volga y Don; pero fueron enseguida vencidos por los de la Tribu de Vashishia que conservaban pura su raza; fueron reducidos a esclavitud y en el curso de dos mil años desaparecieron definitivamente.
La quinta columna de iranios, que fue la más grande y poderosa, desde la región que ocupa la India actual se dirigió hacia el Nordeste hasta el mar de Gobi; costeó sus bordes Sud, Este y Norte, yendo en definitiva a establecerse hacia el Noroeste del mismo, actual Turquestán Chino, en una tierra virgen recién emergida a orillas de un río que se dirigía hacia el mar helado del Norte, cuya cuenca es regada hoy por el río Ienisei y sus afluentes.