Curso XXII - Enseñanza 16: Monólogos Imaginativos de Preparación a la Meditación

En el modo de vivir de los hombres de hoy todo está preparado para vivir exteriorizándose, derrochando energías.
La inmensa mayoría de los hombres no tienen ni siguen ninguna norma de vida, sino que improvisan los actos de su existir acuciados compulsivamente por la necesidad de satisfacer los deseos que los angustian.
La propaganda en gran escala realizada bajo el lema “hay que crear más deseos”, los espectáculos públicos, las diversiones colectivas, nacieron para recoger el excedente de energía que el individuo no sabe utilizar para fines superiores y trascendentes y con el correr del tiempo se han hecho monstruosas aberraciones de la vida social y de simples efectos de la pobreza de vida interior de los seres han llegado a convertirse en una necesidad absorbente, cuya falta de satisfacción torna a los hombres en frustrados y neuróticos.
La conmoción sentimental que les produce la desgracia del prójimo es tan fugaz y tan superficial, como la producida por haberse quedado sin entradas para presenciar una función de revista musical, cuya bajeza moral y cultural corre pareja con la altisonante publicidad que la recomienda.
Se conmueven a flor de piel cuando, camino del cine, leen en el diario las noticias de masacres, torturas y pillajes de otros hombres, para luego a los pocos instantes, reír a carcajadas ante las ocurrencias del cómico de moda.
Pero en medio de este vivir exterior, en medio de todos estos hombres que saltan de una emoción pasionalmente satisfecha a otra pasionalmente deseada, hay muchos que pueden salvarse de los remolinos de esa vorágine. Por una predestinación misteriosa son capaces de detenerse en esa loca carrera, vaciarse de racionalismos dirigidos desde afuera y gozar, en ese sagrado momento de introspección espiritual, del vislumbre de otros horizontes más grandiosos. Es en uno de esos momentos sublimes, por ejemplo, cuando un hombre abandonándose a una humildad creadora, logra la Gracia divina que lo habilita para emitir su primer Voto, del que surge convertido en Hijo de la Divina Madre y en parte integrante del Cuerpo Místico de Cafh.
Pero, aunque ya es Hijo, no por eso cesa la presión que sobre él ejercen el medio ambiente y sus propios hábitos de vida. Aún el subconsciente colectivo, verdadero pantano donde se agitan los instintos, agresividades, ansias de poder y posesión de la raza, encuentra para sus densas vibraciones una correspondencia casi perfecta en las igualmente pesadas vibraciones de su propia subconciencia personal. Mas, y a pesar de todo ello, ahora ya conoce a lo único que puede ser amado, el ideal absoluto del Amor y de la perfección: La Divina Madre. Y, además, ahora Cafh le brinda un Método de Vida nuevo, orientado exclusivamente a enseñarle la utilización de sus potencias internas para ampliar el ángulo de la conciencia de su identidad divina.
En lugar de los viejos caminos que no llevan a ninguna parte tiene ahora una Meta Sagrada, un Sendero y un Método que le enseña a recorrerlo.
Por amor a la Divina Madre ame pues el Hijo al Reglamento y al Método de Vida practicando sus normas con entusiasmo, renueve diariamente en su propio corazón los Votos emitidos hasta hacerlos una vivencia de su alma.
Sus virtudes internas así potencializadas y sublimadas por el Divino Amor regirán sus menores actos y la fuerza de su ejemplo en la vida diaria atraerá, sin duda, a otras almas desorientadas y deseosas también de descansar y fundirse en el amoroso regazo de la Divina Madre. Todas estas consideraciones realizadas por el Hijo con el matiz propio de cada uno, sus individuales experiencias y reacciones frente al impacto de la loca y superficial forma de vivir característica del valle, ofrecen un temario inagotable para monologar preparando el ejercicio de la meditación.
Si el Hijo practica el monólogo preparatorio, además de ejercitarse en un razonar que, lógicamente, ha de hacer más nítidos los perfiles de sus conceptos intelectuales relacionados con el Ideal que sustenta con su fe, obtendrá una fuente permanente de cuadros imaginativos.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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