Curso XXII - Enseñanza 14: Fin de las Meditaciones Afectivas Estimulantes
Tema: La Resurrección de Hes. Efectos: Arrobamiento.
Un atardecer, una alborada, la visión del tranquilo valle desde la cima de una montaña, los rayos lunares sobre las innúmeras ondas del mar, la sonrisa pura de un niño, en fin, la belleza toda del mundo penetra y vulnera las fronteras limitadoras del ser libertando su alma que, aunque fugazmente, tiene un vislumbre maravilloso de su identidad con todo lo creado. Son esos instantes en que pareciera que el alma, burlando la vigilancia de la voluntad concretadora que la encadenaba al ser, se elevara en alas de la conciencia expansiva para fundirse con la esencia de la Creación, única y eterna, oculta tras las variables y transitorias formas con que se manifiesta.
Pero todos estos raptos de identificación cósmica generados por estímulos de los sentidos físicos del ser no deben, sin desconocer cuán grande es el bien que hacen al alma, confundirse con el Arrobamiento Espiritual.
El Arrobamiento Espiritual es una Gracia de la Divina Madre que arrebatando la conciencia del ser le hace entrever el mundo divino con prescindencia de sus sentidos. Ello explica porqué los santos y místicos de todos los tiempos, al volver de sus estados de arrobamiento espiritual, no encuentran palabras para describir lo que han vivido, pero confiesan que por volver a vivirlos y si esa fuera la voluntad de la Divinidad, gustosos rendirían su vida terrenal.
Mas, por el ejemplo y enseñanzas de esos santos, el hombre sabe que esa Gracia Divina requiere para lograrse, de la predisposición amorosa del ser manifestada por la recta intención en lograr la pureza de su mente y de su corazón.
Para conseguirla, el Hijo sabe que debe llegar a tener su pensamiento y su amor puestos únicamente en la Divina Madre. Pero sabe también, por la experiencia legada por otros seres más adelantados, que para alcanzar esas sagradas metas debe recorrer un sendero íntimo, hecho de renuncias a sus apegos, de recogimiento interior, de ofrendas amorosas. Para ello cuenta el Hijo con la ayuda de los Santos Maestros, del Método de Vida de Cafh sus Enseñanzas y Dones Espirituales, la Oración y el Ejercicio de la Meditación.