Curso XXII - Enseñanza 10: Meditaciones Afectivas Estimulantes
Dentro del tipo de meditaciones activas se encuentra la modalidad llamada estimulante.
Tal como su calificación lo indica, al realizar el ejercicio de la meditación con la práctica de esta modalidad, el Hijo busca estimularse con el ejemplo y compenetración en un cuadro imaginativo de fuerza emotiva.
En la modalidad de meditación afectiva activa vista hasta ahora se nota que el cuadro imaginativo sirve para suscitar sensaciones inferidas analógicamente.
En las estimulantes, en cambio, las sensaciones son inferidas por una verdadera identificación del alma del Hijo con el cuadro imaginativo.
En las primeras, el cuadro imaginativo actúa como un catalizador que provoca por su sola presencia las reacciones anímicas correspondientes.
En las estimulantes, el Hijo se compenetra, absorbiendo y difundiéndose en el cuadro, viviéndolo como si él se hubiera transmutado en la propia imagen creada por su imaginación.
En las primeras, el Hijo ve una enorme piedra obstruyendo su camino a la que compara con su personalidad.
En las estimulantes, esa piedra es el Hijo mismo que por haber absorbido en sí la imagen del cuadro se ha convertido en una piedra y se siente piedra.
Cuando la Dama Negra utilizando alguna de sus trampas logra apresar al Hijo, en un intento de retenerlo en la duda, en la desorientación, en el desánimo, tiene aquel un medio poderoso y efectivo para salir de esa situación en las meditaciones estimulantes.
Busque entonces el Hijo, apoyándose en su Voto de Fidelidad a la Divina Madre, hacerse fuerte en su voluntad de salir de la trampa, clame por sentir la sensación estimulante y ejemplificadora, absorbiendo y absorbiéndose en el cuadro imaginado y verá cómo esa llamarada emotiva quema las escorias groseras de su alma y un santo entusiasmo, concretado en fervientes propósitos, perdurará en su ánimo ayudándole a atravesar la aridez del momento, hasta que el Amor de la Divina Madre sea una expansión de su alma y reconquiste así la paz y la serenidad propias del alma que confía en el Amor Real.