Curso XX - Enseñanza 5: Meditación Afectiva sobre “Los Dos Caminos” y “El Estandarte”
Meditación: “LOS DOS CAMINOS”. Efectos: “DESAPEGO”.
Invocación:
Pido a Aquél que desde ya venero con el nombre de Maitreya, que sea Él mi Guía y mi Sendero.
Pido no esperar su Venida sino caminar por la senda que me lleva a Él.
Cuadro imaginativo:
Veo el Camino, un solo Camino, el luminoso y futuro camino; el viejo ha desaparecido y está borrado.
Veo el camino, el derecho, claro, luminoso, real camino que lleva derecho a la meta.
Veo el futuro camino del hombre de la Nueva Raza.
Veo el camino de la Liberación.
Sensaciones:
Siento que este Camino Nuevo es mi camino, porque yo soy Él y el Camino soy yo mismo.
Siento que hasta hoy no encontraba mi camino, porque lo buscaba tras los velos de mi personalidad.
Siento que al arrojar de mí el concepto de la personalidad, al desapegarme de este enemigo mortal que me sigue a través de la vida y de la muerte, habría encontrado el camino que tanto busqué inútilmente.
Mi yo real, no mi yo personal, será uno con mi camino.
Propósitos:
Propongo, para alcanzar este camino de luz que vislumbro, desapegarme totalmente de mí mismo.
Es fácil desapegarse de las cosas exteriores, pero es difícil desapegarse de las cosas interiores, de las que están tan adheridas al alma, que uno cree que son parte de la misma.
Consecuencias:
Consigo el desapego: el Gran Desapego.
Consigo arrancar de mi alma el lastre imperceptible de mi personalidad.
Consigo arrancarla definitivamente para que no siga engañándome y ocultándome mi verdadero ser.
Consigo el Gran Desapego, el desapego interior.
Meditación: “EL ESTANDARTE”. Efectos: “ELECCIÓN”.
Invocación:
Pido a Aquél que está por venir, Maitreya, que me entregue de su mano el Estandarte de mi vocación sobre el cual está escrito el nombre de mi elección.
Cuadro Imaginativo:
Veo el nombre: escrito sobre el Estandarte veo el nombre mío.
Veo mi nombre maravilloso, espléndido, escrito en letras divinas.
Veo escrito sobre el Estandarte, mi nombre espiritual.
Sensaciones:
Siento algo definitivo, total y verdadero en mi alma.
Muchos fueron mis nombres a través de mi vida y muchas alegrías me proporcionaron; pero nunca pudieron llenar con su sonido completamente el vacío de mi alma.
Siento que está por ser revelado a mí, mi nombre verdadero, aquel nombre que sólo Él conoce y que no es revelado sino a las almas que por elección han sido admitidas a su Divina Presencia.
Siento que mi elección me aleja completamente del mundo y de las cosas humanas. Y que mi destino futuro es actuar en un ambiente todo espiritual.
Propósitos:
Propongo al vislumbrar el día de mi definitiva y real elección, no huir del trabajo del mundo, sino trabajar más en el mundo.
Propongo elegir mi destino verdadero y divino, pero no dejar mi trabajo humano.
Consecuencias:
Consigo la elección, no una elección, sino la Elección Única, dictada por mi nombre divino, la elección de vivir en el mundo sin ser del mundo. La elección de ser un alma toda unida con el Divino Maestro, sin dejar de cumplir ninguna de mis obligaciones humanas.