Curso XIX - Enseñanza 7: Postura de Pie (Vegetativa)
En esta postura el peso del cuerpo queda repartido en forma igual sobre ambas piernas. Los pies se mantienen paralelos y algo separados (20 ó 30 cm.) entre sí. El tronco se mantiene naturalmente erguido, los brazos penden libremente a los costados y la cabeza se sostiene con el menor esfuerzo posible del cuello. Ejercítese el discípulo con mucha frecuencia en esta postura, aprovechando todas las oportunidades que se le ofrezcan, ya que esta postura es muy importante porque permite un cierto descanso, o sea una recuperación energética, aún estando de pie.
Con la práctica se desarrollará una sensibilidad muscular que le permitirá advertir los músculos en tensión inútil y más adelante adoptará esta postura con naturalidad y subconscientemente.
Es necesario evitar los siguientes errores: La costumbre de apoyar el peso del cuerpo sobre una misma pierna y la de apoyarse contra las paredes y muebles. En el caso de que el vicio de postura provenga de una incorrecta posición de la columna vertebral, lo que sucede a menudo, deben practicarse los ejercicios descriptos en la cuarta y quinta enseñanza.
Esta postura de pie es la que adoptan los marinos, labradores y en general, los hombres que están en contacto con la naturaleza. Es difícil hacerle perder el equilibrio a un hombre parado de este modo. Existen algunos grabados de caballeros de la edad media que se paraban así, con las manos apoyadas sobre la espada, postura ésta que da una sensación de energía y potencialidad física. También se ha comprendido últimamente que esta postura es la mejor para iniciar la mayoría de los ejercicios físicos, desplazándose así la absurda posición militar de “firmes” que se utilizaba en forma exagerada para tal fin. Es también la postura ideal cuando se tiene que sostener grandes cargas.
En esta postura el hombre se pone en contacto con las fuerzas de la naturaleza, su respiración se desarrolla rítmicamente y todas las funciones orgánicas se cumplen armoniosamente. Es por todo ello que favorece la vida vegetativa.