Curso VIII - Enseñanza 3: Del Reglamento

Después de la autoridad primera de Cafh, que es la de su Caballero Gran Maestre, todos los Hijos quedan sujetos a las disposiciones del Reglamento.
Mediante esta sujeción disciplinaria, el alma introduce paulatina y progresivamente en su vida el Espíritu del Reglamento e intensifica en sí misma la corriente de Cafh.
De allí la necesidad de que el Hijo asimile el Reglamento a su vida y resulte un ejemplo viviente del mismo.
Sin embargo, la autoridad del Reglamento no obliga por igual término a todos los Hijos. Conocedora Cafh de la grandeza y miseria de las almas no las ata en función de su primer entusiasmo, sino en la de su vocación profunda que es conocida por el alma a medida que avanza en su perfeccionamiento.
Sabido es que las almas vienen al Sendero plenas de entusiasmo, pero sin comprender los esfuerzos que deberán realizar, ni los sacrificios que demandará su mejoramiento espiritual. Muchas veces la imaginación teje ilusiones y el entusiasmo empequeñece las dificultades. De allí que el Reglamento obliga temporaria, solemne o perpetuamente, según sea el adelanto del Hijo y su consiguiente voluntad de acatarlo.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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