Curso VIII - Enseñanza 1: El Espíritu del Reglamento

Al penetrar en la Gran Corriente de Cafh el Hijo promete cumplir fielmente con los deberes y obligaciones que impone el Reglamento. La permanencia dentro de Cafh sólo está condicionada, entonces, por la estricta observancia del Reglamento que los Superiores le presentarán; pero, si en el alma se ha agigantado el hambre de Dios que un día la conmovió y si el afán de liberación se ha acrecentado en él, si el Divino Amor ha herido más su pecho o ha inflamado más su mente el Divino Misterio, no ha de bastarle la mera observancia de los artículos e incisos del Reglamento, sino ha de ponerse en contacto con el Espíritu del mismo.
El Reglamento, como las Enseñanzas, es uno y múltiple en sus aspectos. Habla a las almas con tonos diferentes según el grado de comprensión y desarrollo logrado por aquéllas.
Así, mientras que para unas es una mera enunciación de normas a cumplir, para otras es fuente de posibles realizaciones.
Externamente aparenta ser un estatuto orgánico de severas exigencias y cargas pesadas; su Espíritu, no obstante, al hacer sentir la vida que palpita en el Cuerpo Místico de Cafh, brinda a los seres, llamados Hijos, goces de intensa espiritualidad. Todo está en la perfección del contacto que el alma logre con el Espíritu del Reglamento.
El amor puesto en la observancia del Reglamento hace que éste manifieste su Espíritu.
El Espíritu del Reglamento borra el dolor de las normas y disciplinas y pone el alma en contacto con la Libertad; la Libertad única, la que busca la unión con la Divina Madre, la que está en el interior del ser.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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