Curso VI - Enseñanza 3: Hacia la Cumbre - 1949

Almas de la Madre, Hijos de la Llama de Cafh: mirad hacia la Cumbre de vuestro cielo interior.
Id secreta, continuamente hacia allá.
Llegó hasta vosotros el lejano plegar de la Gran Campana y habéis despertado del sopor de la vida para daros cuenta que nada, absolutamente nada podíais hacer para vuestra felicidad ni para la felicidad de nadie.
Sin que los otros se dieran cuenta dejasteis allá abajo sobre la gran pantalla del mundo vuestra silueta, para huir libremente sin ser notados.
Secreta, continuamente fuisteis hacia el monte, hacia la vida interior.
Y dejasteis para los otros, para aquellos que amabais, sólo una promesa; promesa de volver ricos y poderosos, de volver con los brazos llenos de rosas, con las manos llenas de gracias para sanar a los enfermos, consolar a los afligidos, dar pan a los hambrientos.
No os detengáis si queréis volver para tan gran misión; siempre más hacia arriba, hacia la noche del espíritu.
Almas de la Madre, venid.
Yo conozco esa senda, yo crucé esos valles, llegué hasta el fin.
Vamos hacia allá, hacia vuestro destino, hacia el Templo de la Cumbre.
Los más débiles se guarecerán en las grutas hasta hacerse más fuertes, mientras el tañido de la Gran Campana va llegando a ellos como un mensaje de sosiego; aún allí están a gran altura.
Los más resueltos encontrarán valles extensos, en donde adquirirán el don de la experiencia desapasionada y desde allí prepararán las blancas y protectoras vestiduras de los selectos, aquellos que están por emprender la ascensión y los mirarán alejarse con ojos estáticos de caridad.
Mas los selectos subirán por la ladera nevada, siempre más arriba, siempre más allá; allá en donde la Gran Campana repite el estruendo de la Creación.
Los guías irán delante pues ya conocen el camino.
Venid conmigo Hijos de la Llama de Cafh.
Todos sean uno, los más débiles, los más resueltos y los selectos, siempre dispuestos a infundirse valor, a inclinarse sobre el caído, siempre dispuestos a dar paso y sacrificarse para los que quieren ir más arriba.
Mirad hacia la Cumbre de vuestro cielo interior.
Id secreta, continuamente hacia arriba almas de la Madre, Hijos de Cafh.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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