Curso IV - Enseñanza 5: La Enseñanza
La Enseñanza de Cafh es Divina y Eterna.
Revela los medios para cristalizar en la tierra el Plan Divino, define las verdades inherentes a la Idea Madre de la Raza actual y de la venidera; deriva de las verdades fundamentales las contingentes y mantiene una comunicación directa y continuada entre los Maestros y los Hijos.
Ellos la transmiten, en el tiempo y en el espacio, sin detenerse nunca, amoldándola a la necesidad de la obra a realizar y a la capacidad espiritual de las almas que deben recibirla en el momento indicado y oportuno.
La Enseñanza es fundamental y contingente.
La Enseñanza es fundamental cuando revela las Verdades Eternas esencial y categóricamente.
Estas verdades están obscura y veladamente contenidas en los Textos Sagrados de las Grandes Religiones, de un modo
sobrenatural y en la idiosincrasia ontológica y específica del hombre Ario de un modo natural.
Los Maestros la revelan, sin embargo, periódicamente a Cafh para mantener las Verdades Eternas a través de la pureza prístina del Verbo.
La Enseñanza es contingente cuando revela las Verdades Eternas en sus consecuencias y derivados, y las explica con claridad y detalle.
Los Maestros transmiten la Enseñanza ininterrumpidamente como un manantial inagotable y ésta le es manifestada al Hijo para que conozca las verdades sobrenaturales y naturales inherentes a él y a su Raza.
Los Maestros transmiten la Enseñanza por Etapas, según el grado y adelanto de los Hijos.
Estas Etapas pueden ser teóricamente divididas en ocho partes.
La Enseñanza de la primera Etapa es Común Natural.
Los Maestros infunden en los Hijos un amor espontáneo al estudio y lo acrecientan en aquellos que ya lo aman.
Las ciencias naturales y humanas son estudiadas con sumo interés y, aún más, la especialización que cada uno ha elegido.
Los Maestros dirigen estos estudios con su protección y amparo y los Superiores de Cafh los secundan estimulando en los Hijos la perseverancia de sus deberes de estudiantes, vigilando el curso normal de los mismos y el buen rendimiento de ellos en los exámenes y en la conquista del conocimiento.
Los Hijos de Cafh son buenos estudiantes. Llaman la atención en las escuelas y universidades por su aplicación, atención y rendimiento.
La Enseñanza de la segunda Etapa es de Iniciación Sobrenatural.
Esta es indirecta, porque es comunicada a los Hijos por apuntes escritos. Estos apuntes tienen el valor de facilitar la repetición y el recuerdo de la Enseñanza.
El estudio de los mismos predispone la mente y el corazón haciendo en el alma el hábito de recibir y asimilar las Enseñanzas, por ese medio.
La Enseñanza de la tercera Etapa es de Influencia Sobrenatural.
El conocimiento y el sentir de Cafh son transmitidos al Hijo a través de las reuniones dentro del Radio de Estabilidad, con la participación de él al poder de la Gran Corriente y por su aporte personal y magnético a la integridad de la Gran Obra.
Este conocimiento-vibración transforma rápidamente al Hijo en un hombre completamente nuevo.
La influencia sobrenatural se manifiesta en él visiblemente revelándole, por espontaneidad interior, los secretos de la vida espiritual y haciendo vivir el goce de la participación de este conocimiento de vida.
La Enseñanza de la cuarta Etapa es de Transmisión Oral.
El Orador transmite y comenta la Enseñanza haciéndola apta para que la reciban los Hijos a él confiados.
El Orador, que es expresión fiel de la Enseñanza de Cafh; por esto mismo la acrecienta con fuerza sobrenatural.
El Orador, por ser un canal directo entre los Maestros y los Hijos, transforma las verdades sobrenaturales que transmite en divinas.
La Enseñanza de la quinta Etapa es Sobrenatural Especulativa.
La mente, por el hábito, adquiere gran facilidad de discurrir las Verdades Reveladas. Aumenta así vivamente, por la comprensión, su amor hacia la vida espiritual y su deseo de perfeccionamiento.
El Hijo hace de la comprensión trascendental el fin y el centro de su esfuerzo. Todo su saber, arte, ciencia, filosofía y discernimiento son utilizados por él para especular, aclarar y definir lo sobrenatural.
Él no desecha la razón, sino la utiliza como un sólido puente para llegar a la orilla eterna. Su fe en lo desconocido se acrecienta a través de esta comprensión espontánea: “fidens quarens intellectum”.
Esta Enseñanza, discernida por el Hijo y estimulada por los Maestros, pone a su alcance los medios para lograrla: libros adecuados, rapidez mental, explicación del Orador y facilidad contradictoria.
La Enseñanza de la sexta Etapa es Sobrenatural Contingente.
La transmite el Enseñante exponiendo cursos y materias de un modo completamente nuevo y original.
El Enseñante adapta y renueva la Enseñanza según la necesidad y el tiempo. Siempre expone tópicos desconocidos; sin embargo, estos cursos son de verdades contingentes.
Él sólo expone las verdades fundamentales axiomáticamente, aclarándolas, dándoles un sentido definido, deduciendo verdades de verdad, comparándolas con otras Enseñanzas y solucionando las posibles y sucesivas contradicciones.
El Enseñante es tal porque recibe su Enseñanza y la dirección de la Enseñanza a impartir, directamente de los Maestros.
La Enseñanza de la séptima Etapa es Sobrenatural Revelada.
Cafh posee las Verdades Eternas y las verdades concernientes a la Raza actual y venidera, no en textos, sino escritas en el Templo de Hes.
Estas Verdades Eternas y Reveladas son las mismas que registran oscura y veladamente los Textos de las Grandes Religiones.
Exponen el principio fundamental básico del cosmos, sus leyes, manifestaciones y cambios.
Exponen la Idea Madre de la Raza y su cristalización a través de los tiempos y de los pueblos.
Exponen el modo de lograr la liberación del dolor y del mal por la progresiva ascensión espiritual y Unión Divina.
Estas Verdades Reveladas fundamentales son explicadas de por sí, pero no en sí.
La intuición y la razón las toman como un don divino sin discurrir sobre ellas, mas discurriendo sobre sus resultados.
Los Enseñantes las exponen continuamente a Cafh a través de la Enseñanza contingente.
La Enseñanza de la octava Etapa es Sobrenatural Espiritual.
Cuando el Hijo está entrenado y dispuesto los Maestros lo instruyen directamente.
Lo instruyen en las horas del sueño y del ensueño.
Lo instruyen directamente dándole al intelecto una capacidad de saber, rápida y definitiva, sobre las Verdades Eternas.
Lo instruyen extáticamente en las horas de éxtasis, elevándolo hasta el Templo de Hes e impartiéndole allí la Divina Enseñanza.
La Enseñanza de Cafh, aun cuando se eleva hasta la más alta especulación, nunca intenta penetrar el Secreto Divino ni el Silencio Eterno.
Todos los teólogos llegan a un punto donde deben detenerse y adorar únicamente. Es sacrilegio intentar con la mente lo que no es ni para la mente, ni para el espíritu del hombre.
La Enseñanza Revelada y Eterna de Cafh subsiste en sí a través de su fluir continuo a los Maestros, a los Enseñantes, a los Oradores y a los Hijos; pero únicamente en sí.
La Enseñanza una vez que fue cristalizada no es ya la Enseñanza en sí, sino sólo una expresión humana de la misma.
Si el Hijo basara sus verdades únicamente en los papeles, apuntes y conceptos de Enseñanzas, se encerraría en un círculo determinado y la Enseñanza perdería toda espontaneidad y frescura.
El fuego que en Cafh consume anualmente los apuntes de Enseñanza quiere recordar a los Hijos que la Enseñanza Divina no puede ser fijada ni limitada.
La misión principal de Cafh es mantener este concepto de elevación y divinidad de la Enseñanza impidiendo que la misma pierda su espiritualidad al descender desde las altas cumbres al valle.