Curso XII - Enseñanza 16: Transmisión del Mensaje de la Renuncia

El Mensaje de la Renuncia se transmite en el silencio.
El silencio encierra al Hijo en el Radio de Estabilidad, lo ajusta como un reloj a la rutina de la vida y lo adapta, por rigidez exterior e inmovilidad interior, al ritmo automático de la existencia. La permanencia adentra al Hijo en su propio corazón hasta que descubre allí el Corazón Celeste de la Divina Madre y su presencia se hace presencia.
Desde su corazón egoente la presencia del Hijo adquiere proporciones inmensas, inconmensurables; es la responsabilidad de la presencia, es la expansión de la presencia, es la presencia de todas las presencias.
El Hijo por presencia conoce y enseña el Mensaje de la Renuncia a todas las almas, poniéndose en contacto con todas ellas, conociendo los problemas de cada una de ellas.
El Mensaje de la Renuncia se transmite a las almas con la Fidelidad.
La Fidelidad da al Hijo la resistencia flexible y elástica que le permite dilatarse hasta lo infinito. El Hijo por la Fidelidad, que es la práctica constante e ininterrumpida de la Ascética de Cafh, se somete al Reglamento, cruza las diversas categorías de las Tablas y de los Votos, experimenta las diversas facetas y altibajos de la experiencia espiritual sin alterarse, pacientemente, practicando y perseverando en el cumplimiento de las virtudes negativas y de todos los deberes interiores y exteriores de la vida espiritual, destruye sus cuerpos y personalidades y construye su Cuerpo de Fuego.
El Hijo por su resistencia sobrehumana de Fidelidad se hace participante. El Hijo participa de todas las deficiencias, de todas las necesidades, de todas las alegrías y los males de las almas del mundo; aun participa del estado de mayor o menor plenitud de las almas que fueron o serán.
El Hijo por participación practica y hace practicar el Mensaje de la Renuncia a todas las almas dilatándose dentro de todos los campos, de todos los tiempos y de todas las cosas.
El Mensaje de la Renuncia se trasmite obedeciendo.
El Hijo obedeciendo pulsa su centro del vacío y se libera de la esclavitud de sus múltiples personalidades.
La Obediencia hace al Hijo dependiente de sus deberes, de sus Superiores; el Hijo, al responder a una sola directiva, adquiere el hábito continuado de controlar y conocer a sus múltiples personalidades y permanecer en el conocimiento de la esencia de sí, del propio centro del vacío.
La Obediencia establece un plano de armonía entre el ser del Hijo y sus múltiples personalidades. El ser es el padre y las personalidades los hijos que actúan de común acuerdo.
La Obediencia hace que el Hijo actúe continua y conscientemente de acuerdo a su propio ser; las múltiples personalidades están absorbidas en él; actúan por su iniciativa, sin casi hacerse notar; el amante y el amado son una sola cosa. El Hijo suprime por obediencia las teorías que impiden conocer lo referente al secreto de lo absoluto y de lo relativo y otorga el conocimiento de la doble ley del ser y del no ser, uniendo las dos puntas del hilo reversiblemente en una sola verdad.
El Hijo, obedeciendo, vive el Mensaje de la Renuncia y da vida de Renuncia a todas las almas.
El Mensaje de Renuncia se trasmite ofrendándose, inmolándose, consumándose.
El Hijo que vive en Unión Substancial con la Divina Madre no puede trascender en la total plenitud si con él no trascienden todas las almas.
El Hijo vive divinamente, pero ofrendándose para la redención de todas las almas. El amor de las almas no redimidas lo consume, su vida es un holocausto para lograr la liberación de todas las almas.
Más perfección es dar perfección.
El Hijo es el Mensaje de la Renuncia en todas las almas.
El Mensaje de Renuncia se transmite por perpetuidad hasta el fin de los tiempos.
El Hijo no es de este mundo, su vida de Renuncia es toda de Unión, es toda Divina; divinamente unido en el Corazón Celeste de la Divina Madre con todas las almas.
El Hijo no trascenderá hasta que las almas a las cuales se ha votado, hasta que todas las almas, no estén liberadas.
El Hijo es en sí y en las almas el Testigo Simple del Mensaje de la Renuncia.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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