Curso XII - Enseñanza 14: Los Bienes Intrínsecos de Cafh

Cafh no tiene posesiones extrínsecas; todo lo que es necesario para el sostenimiento y desarrollo de las Obras de Cafh a ellas solas les pertenece; aun los mismos atributos y escritos de Enseñanzas son pertenencias privadas de los Hijos y no pertenecen a Cafh.
Cafh sólo posee bienes intrínsecos y esto que en sí no tiene sentido como legislación ya que, donde nada hay nada hay que controlar, tiene un sentido efectivo y directo como doctrina.
Cafh quiere siempre llevar los resultados de las cosas a un campo ilimitado, quiere transformar todas las necesidades y restricción humana en un resultado divino incalculable.
Cafh al poseer sólo bienes intrínsecos hace que el Hijo asiente sus esfuerzos sobre los bienes reales que son sólo los bienes magnéticos, mentales, anímicos, espirituales inmanentes. Aun como resultado humano, Cafh, al renunciar a los bienes extrínsecos por los bienes intrínsecos pone en las manos de los Hijos una incalculable fortuna de bienes materiales para brindar a los hombres.
Cafh enseña así continuamente a los Hijos a trasladar los valores adquiridos, inmediatos, conocidos y compuestos, a un campo magnético superior donde ellos se transforman en valores trasmutados, espaciales, desconocidos, centuplicados, simples.
Aun las Obras de Cafh que necesitan de bienes extrínsecos para su desenvolvimiento y los poseen dentro del término común de la ley de propiedad, doctrinariamente no han de poseer esos bienes, sino usarlos. Esto siempre hasta que los mismos representen una figura, dentro de la sociedad constituida, del punto magnético local alrededor del cual se desenvuelve la Obra de Cafh. Cuando este factor ha cumplido su trabajo en un determinado lugar, puede ser que la Obra de Cafh deje completamente el uso de ese bien en las condiciones que sus dirigentes lo crean necesario.
Entonces, todas las posesiones que las Obras de Cafh usan para su desenvolvimiento, tienen para ellas un sentido de usufructo sólo hasta que sirven de punto de referencia para su desenvolvimiento exterior como punto de contacto entre las almas y Cafh y para las posibilidades de desenvolvimiento exterior de dichas Obras.
Aun si algún Hijo no fuera bien conciente de este bien y usara de los bienes de las Obras de Cafh en un sentido demasiado personal y con carácter posesivo, esto en nada incidiría sobre la labor de las Obras de Cafh. Ellas están vitalizadas por Cafh y Cafh es un Cuerpo Místico dentro del cual el Hijo y las Obras de Cafh permanecen, pero que no da la realización ni al Hijo ni a las Obras, ya que la realización ellos la alcanzan con sus propios medios, no a través de un acto mágico sacramental, sino a través de un acto divino humano.
Se conocerá si las Obras de Cafh cumplen su cometido en ese sentido por los resultados, ya que las Obras que mantendrán el sentido estricto del solo uso de los bienes tendrán una multiplicación de sí en el aspecto estético, dinámico y expansivo. Sería lo contrario si sólo tuviera resultados acumulativos, restrictivos y burocráticos.
Cafh, al poseer sólo bienes intrínsecos, propone al mundo la única solución posible para los males económicos que se basa sobre el Mensaje de la Renuncia.
Los bienes que se guardan para la correcta distribución en el momento oportuno son fuente de riqueza para los hombres; pero los bienes que se acumulan para especulación son causa de miseria para el mundo.
Tener sentido de la Renuncia como bien social no es dar nada, sino transformar en bienes intrínsecos, reales, lo sobrante, y transformarlo en fuente de riqueza futura para uno y para todos con la consiguiente eliminación de la pobreza, la infamia, la mendicidad.
Renunciar a los bienes extrínsecos por los bienes intrínsecos es un desplazamiento de los valores inmediatos en el tiempo y en el espacio, a un campo magnético dispositivo y dinámico. Aun el hombre de negocios sabe que la ganancia verdadera de una actividad no es ganar dinero, sino crear un cliente.
No es el sentido de posesión la causa de la miseria del mundo, sino el sentido de posesión unilateral el único mal. Además, esta doctrina no es para ser explicada sino para ser vivida.
La adquisición de los bienes intrínsecos, sin embargo, no es un bien de Renuncia, sino un paso para el Estado de Renuncia.
La renuncia a los bienes materiales para sí da la posesión de bienes magnéticos, anímicos, espirituales inmanentes y el uso ininterrumpido de los bienes materiales.
Aun los bienes intrínsecos, en una etapa de perfección futura que ya escapa a los alcances del Reglamento de Cafh, deberán ser transmutados en otros bienes, bienes sobrenaturales de los cuales aún no se conoce el nombre.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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