A medida que se iban sucediendo las civilizaciones Arias, una tras otra, se iban cambiando, modificando y transformando las religiones.
En la cuenca del Tigris, en el Asia Central, se había levantado un pueblo fuerte e indómito, el Asirio, que creció pronto y desarrolló una potente civilización.
A medida que se iban sucediendo las civilizaciones Arias, una tras otra, se iban cambiando, modificando y transformando las religiones. En la cuenca del Tigris, en el Asia Central, se había levantado un pueblo fuerte e indómito, el Asirio, que creció pronto y desarrolló una potente civilización.