La memoria es el recuerdo vago o claro de las cosas pasadas, es la fijación mental de las cosas presentes y es la imaginación evidente del futuro.
Estos tres tiempos de la memoria son indispensables para que ella pueda, con propiedad, ser llamada así.
El Retiro Espiritual, o apartamiento completo del mundo durante un período del año es indispensable para el buen desarrollo de los ejercicios ascéticos.
El discípulo, cuando está bien adelantado en la concentración, puede abstraer su mente, ya sea en la más silenciosa caverna o en la más bulliciosa metrópoli; pero, como postulado disciplinario, tiene que buscar periódicamente su alejamiento del mundo.