Los Iniciados Solares de la Primera Categoría empezaron a aparecer en física vestidura en la tierra cuando, de los semitas-atlantes, se estaban formando los primeros tipos arios.
Estos Hombres-Dioses aparecieron como meteoros luminosos delante de un continente que se hundía, ayudando con su poder a que éste y su Humanidad se perdieran en el olvido y en la profundidad del abismo oceánico; mientras, elegían de entre esos seres antiguos un puñado de hombres selectos.