Tenemos una Humanidad sobredimensionada, un hormiguero de más de seis mil millones de personas que en cualquier momento se desintegra y desaparece en las bajas dimensiones del mundo astral, sin nombres ni diferenciaciones, como ya lo han presentado videos y películas premonitorias de los últimos tiempos con expectación de los usuarios viejos, adultos y niños, ricos y pobres, políticos y contribuyentes, locos y normales.