Se habla, se piensa, se siente, siempre en términos dualísticos y la vida es una unidad. No hay que entender esa unidad como una sola cosa, sino como un todo orgánico indivisible y simple en sí, compuesto como atributo.
Se habla, se piensa, se siente, siempre en términos dualísticos y la vida es una unidad. No hay que entender esa unidad como una sola cosa, sino como un todo orgánico indivisible y simple en sí, compuesto como atributo.