La subraza ario-celta nació en la región que ocupa la actual cuenca del Mediterráneo, hace 50.000 años.
Ese territorio no ofrecía su aspecto actual. Era verdaderamente maravilloso; el mar estaba rodeado por altísimas montañas volcánicas y cerrado herméticamente, salvo por un pequeño estrecho, presumiblemente en la región de la actual Macedonia, que le comunicaba con el Mar Helado.