Por una estrecha franja de tierra que había escapado a los muchos sismos vinieron restos de tribus atlantes emigrando hacia el centro del continente americano.
Este se extendía virgen y espléndido en su estado salvaje hasta el sudoeste, donde la cordillera de los Andes asomaba sus crestas inmaculadas, surgiendo como nueva Venus de la espuma del mar.
Por una estrecha franja de tierra que había escapado a los muchos sismos vinieron restos de tribus Atlantes, emigrando hacia el centro del continente americano.
Este se extendía, virgen y espléndido en su estado salvaje hasta el sud-oeste, donde la cordillera asomaba sus crestas inmaculadas, surgiendo de la espuma del mar.