En pleno desarrollo de la Raza Atlante, una de sus subrazas, la Semita, había aparecido con la misión especial de ir formando un tipo de hombre fisiológico y mental apto para formar el tipo de la Raza Aria.
Todo a lo largo de la costa oriental del actual Océano Atlántico, había surgido la nueva subraza de los akadios.
Crecían lentamente mientras los semitas peleaban con sus mortales enemigos, los turanios, llamados en el Ramayana, los Rakshasha.