Curso XXXVII - Enseñanza 16: Algunos Ejercicios para Mantener el Equilibrio de los Átomos

El primer ejercicio aconsejable es aquél que sirve para acrecentar, en las enfermedades, la cantidad de átomos ponderables.
El ejercitante, sentado de espaldas al sol, con las piernas y los brazos cruzados, fija la vista a la altura del pecho de su sombra, imaginando estar circundado de un nimbo dorado; moverá entonces, pausada y alternativamente, manos y pies del mismo lado y procurará respirar, rítmica y pausadamente por ambas fosas nasales al mismo tiempo. Después de diez o doce respiraciones, empezará a respirar profundamente por la fosa derecha, con el mismo ritmo anterior, contando mentalmente hasta 333.
Cerrará enseguida los ojos y permanecerá inmóvil por siete minutos y surgirá entonces en su mente el cuadrado dorado de los átomos ponderables.
Puede señalarse que este ejercicio es beneficioso para los que padecen de hipotensión sanguínea.
El segundo ejercicio sirve para acrecentar el número de átomos dinámicos.
Preferentemente se efectuará en noche de luna. Se utiliza en caso de enfermedad nerviosa o glandular.
Se practica sentado, mirando a la luna o a una estrella, inmóvil, con los ojos fijos en el punto elegido; se respirará fuertemente por ambas fosas imaginando estar sumergido en agua. Cuando se tiene la sensación de ahogo, se empezará a respirar por la fosa nasal izquierda con todas las fuerzas, contando pausadamente hasta 280. Luego se cierran los ojos y se imaginará ver un inmenso mar plateado. Se pondrá entonces de pie y se procurará caminar unos 50 metros rápidamente, reteniendo en lo posible el aliento. En tiempo de calor es bueno hacer este ejercicio descalzo sobre baldosas húmedas.
Este ejercicio es beneficioso para los hipertensos.
El tercer ejercicio se refiere a los átomos imponderables.
Se practica de preferencia acostado, en posición decúbito dorsal, con un paño negro cubriendo los ojos, sin oprimirlos, imaginando ver un vacío negro e informe.
Se respirará enseguida diez veces por la fosa nasal derecha y luego diez veces por la izquierda, rítmicamente, al compás del tictac de un reloj. Se tapan luego ambas fosas, en inspiración, el mayor tiempo posible.
Este ejercicio ha logrado su propósito cuando el ejercitante ha visto una multitud de puntitos luminosos multicolores.
Es excelente para el descanso mental, para recobrar la memoria y para recuperar fuerzas gastadas en estudio agotador, a efectos de poder reiniciarlo.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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