Curso XXXVII - Enseñanza 14: Los Riñones
Los riñones están encargados de segregar y excretar la orina.
En este trabajo hay que considerar como muy importante la rítmica labor de los mismos.
En ciertas personas este ritmo está alterado y, a menudo, no funciona sino uno de ellos, a pesar de estar ambos aparentemente sanos. Esto se debe a que no hay una respiración equilibrada, pues los riñones responden a la vibración de la respiración.
Cuando los riñones están en buena salud trabajan, alternativamente, durante dos horas 45 minutos. Este ciclo se marca a partir de una lunación y a partir de la salida del sol. Durante los primeros tres días, comienza el trabajo del riñón izquierdo; durante los tres días siguientes, el derecho y así sucesivamente. Cada riñón responde a la vibración del pulmón del lado opuesto.
El riñón derecho elimina el excedente de las hormonas masculinas; el izquierdo, el de las femeninas.
Los centros secundarios de mayor importancia se hallan en la celda perirrenal. Allí están los cuatro pequeños centros que corresponden al plexo sacro, colocados en forma de cuadrilátero. Estos centros se utilizan después del coito para expeler aquellas hormonas, aún desconocidas, formadas en ese momento, que serían perjudiciales si penetraran en la corriente sanguínea.
Alrededor de éstos hay otros cinco centros que corresponden al plexo esplénico, que sirven para expeler las hormonas que se forman debido al temor producido por una situación apremiante.
Alrededor de los últimamente citados hay seis pequeños centros correspondientes al plexo solar que eliminan las toxinas producidas por excesos en los alimentos y bebidas. Cuando se les exige en demasía, se debilita el plexo lumbar, dando origen al lumbago y a la ciática.
En el interior del riñón hay varias clases de centros secundarios. Los glomerulares son doce por cada riñón y corresponden al plexo cardíaco, responden al ritmo del corazón. Cuando el hombre está en inminencia de muerte, estos centros siguen funcionando hasta agotar las vibraciones recibidas del plexo cardíaco.
También, eliminan las hormonas y toxinas producidas por acciones violentas.
En los tubos uriníferos hay 16 centros secundarios que corresponden al plexo laríngeo; no se conocen exactamente sus funciones presumiéndose que son de índole astral.
Se conocen 100 centros secundarios en la pelvis renal, que corresponden a las glándulas hipofisaria y pineal; se presume sean aún más numerosos. Sus funciones son de índole astral y mental.
En los uréteres se hallan centros secundarios correspondientes al plexo sacro que funcionan cuando el hombre defeca u orina.