Curso XX - Enseñanza 13: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Meditación: “EL VELO DE AHEHIA”. Efecto: “GOZO”.
Invocación:
Te pido, Jesús mío, hagas que mi alma penetre en el misterio adorable de la esencia de tu Sangre Divina.
Te pido extiendas delante de mis ojos ese velo adorable, fruto de toda realización, vida de todas las vidas, esencia de toda la sangre del Universo.
Cuadro Imaginativo:
Veo extenderse delante de mí, como un inmenso y sutilísimo velo cósmico, la Sangre de Cristo.
Veo cómo este velo de sangre cubre toda la tierra, todos los seres, todas las cosas.
Veo este velo impregnado de la Sangre de Cristo extenderse…extenderse…extenderse…delante de mí.
Sensaciones:
Siento el goce inefable de la validez en mí del sacrificio y de la redención de Cristo.
Toda la sangre de los hombres junta no valdría la infinitésima parte de una gota sola de la Sangre de Cristo. Toda la sangre humana, lo siento muy bien, no puede ser comparada con la Sangre Divina. Y, sin embargo, siento que esta Sangre Divina, como un Velo de protección y de salvación, se extiende alrededor mío, me envuelve, penetra en todo mi ser, cambia toda mi sangre, me hace participar del Goce de la Divina Redención.
Propósitos:
Propongo borrar toda separatividad de tiempo, espacio y lugar.
Propongo sobreponerme a los cambios y a la dualidad de la vida, para poder participar siempre de este Goce de Eternidad; goce verdadero en destruir el tuyo y lo mío, en desaparecer como personalidad, para que viva sólo la Vida de Cristo, la Vida de Su Sangre Divina.
Consecuencias:
Consigo acercarme, por este medio, a todas las almas.
La Sangre de Cristo derramada todo lo borra, todo lo olvida, todo lo salva y sólo queda la pureza de las almas.
Consigo el goce de no ver en mí, ni en nadie, a seres mortales, sino ver sólo y en todos, a almas redimidas por la Sangre de Cristo.