Curso VIII - Enseñanza 13: De los Caballeros Maestres

El Caballero Maestre es la autoridad máxima de la Tabla. Su misión consiste en velar paternalmente sobre los intereses espirituales, morales y materiales de los Hijos a él confiados.
Velar paternalmente excluye el mando arbitrario, pero origina cierta severidad propia de un jefe de familia. Implica, además, desinterés personal, amor invariable a las almas y celo espiritual.
La amplitud de la responsabilidad del Caballero Maestre está en relación con la importancia de los intereses que debe cuidar; pues no ha de limitarse tan sólo al cuidado del proceso espiritual de los Hijos, sino también al de sus intereses materiales y sociales, ya que unos y otros están vinculados con el alma.
Al ser elegido, el Caballero Maestre asume dicha responsabilidad no sólo ante los ojos de Dios, sino también ante el Caballero Gran Maestre, a quien debe dar cuenta periódicamente de sus actos y de los de los Hijos de su Tabla, puesto que es el Caballero Gran Maestre quien lo transforma, mediante el acto de la confirmación, en canal de la Corriente de Cafh, custodio de su conocimiento e instrumento de su Obra.
En cuanto a la forma en que el Caballero Maestre debe ejercer su autoridad, dice el Reglamento que ella ha de ser eminentemente moral. Esto equivale a decir que no impondrá la misma por ningún otro medio que no sea el ejemplo de su vida virtuosa y de consagración.
Dentro de la labor espiritual que desarrolla cada Tabla, el Caballero Maestre tiene funciones que le son privativas.
Así, corresponde al Caballero Maestre dictar los Retiros dentro de su radio de Estabilidad. Los Retiros implican, para los Hijos, fuentes de estímulo, acrecentamiento de fervor místico y, para ello, nada mejor que los dirija el Caballero Maestre en quien, por la elección y confirmación, se presuponen que existen las condiciones para ello.
Es, asimismo, función exclusiva del Caballero Maestre la de recibir a los Hijos en conferencia particular. Ya se ha hablado de la importancia que estas conferencias tienen para los Hijos. Por eso es necesario que sea el Caballero Maestre quien las realice, aun cuando pudiera acontecer que él no fuese el Director Espiritual del Hijo.
Por otra parte, le incumbe al Caballero Maestre vigilar las Enseñanzas que se dictan en la Tabla, instruyendo a los Oradores, impartiéndolas él mismo y aun solicitando al Caballero Gran Maestre Oradores de otras Tablas, si la suya no los tuviese.
Finalmente, el Caballero Maestre debe velar por el cumplimiento del Reglamento, hacer que los Hijos se mantengan dentro del Radio de Estabilidad de la Tabla, mantener contacto con los Secretarios de los grupos y hacer efectuar las reuniones de números. Asimismo debe hacer cultivar, por los Hijos de Cafh, candidatos para ingresar a la Sagrada Orden. Esta tarea le debe ser particularmente propia.
El Reglamento prescribe minuciosamente la forma en que debe efectuarse el acto eleccionario del Caballero Maestre. Trátase de un acto de importancia trascendental para la Tabla, al que los Hijos deben concurrir con unción espiritual. Es la única oportunidad en que la Tabla se reúne en pleno y, alentada por un solo propósito, conjuga ese día sus fuerzas emotivas y mentales. La asistencia espiritual es entonces intensa, lo que permite a los Hijos dar voto con el pensamiento puesto en el bien de las almas, y no en ningún interés secundario.
Si grande es la confianza que Cafh deposita en los Caballeros Maestres, grande es también la misión que desempeñan: por su categoría, por su belleza, por el conocimiento que brinda y porque en la labor de encaminar las almas a Dios, el Caballero Maestre insensiblemente se acerca él mismo a Dios.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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