Curso IV - Enseñanza 6: Las Categorías

El alma logra la suprema realización por etapas.
Estas no están señaladas por factores externos, sino determinadas por transformaciones íntimas y profundas que marcan el adelanto de los Hijos.
Sin embargo, Cafh divide a sus Hijos en diversas Categorías y Grupos, procurando armonizar y adaptar la transformación exterior y visible con los progresos internos.
Esto no es siempre riguroso ya que hay Hijos adelantados que ocupan categorías inferiores y viceversa. Estas contradicciones aparentes responden siempre a una necesidad particular del Hijo, accesoria y nunca fundamental.
El alma que es admitida a Cafh estaba predestinada; aun si permaneciera en el Sendero un solo instante. Desde un principio participa potencialmente de toda la vida espiritual de Cafh y activa y progresivamente de una parte de la misma.
Esta participación activa desean indicarla y demostrarla las diversas categorías y grupos.
La Simbología y el Reglamento exponen cómo se suceden interna y externamente estas etapas ascendentes de los Hijos.
Además, los Hijos están divididos en grupos de hombres y mujeres.
En la reunión de almas, predestinadas a colaborar en la formación de la raza futura con el aporte de sus experiencias místico-interiores, esto es indiscutible. Es indispensable la división y selección de los diversos tipos para lograr el tipo ideal buscado.
No serán necesarias tales divisiones cuando las almas de Cafh respondan todas al incentivo único de la Idea Espiritual, pero sí mientras hay que ubicar y educar.
El sexo está determinado por una cantidad de vibraciones contradictorias que permiten el predominio de unas sobre otras. Estas vibraciones son de ideas confusas y sentimientos varios.
Todo el mal del mundo viene luego y esto es bien visible en la historia de la Humanidad, de la sucesión de las ideas confusas que continuamente crean y destruyen y de las emociones de atracción y de odio. La distinción de sexo agudiza esta lucha.
La voluntad del hombre actual no está íntegramente determinada, a pesar de que es habitual decir que una persona tiene más mente o más corazón.
Sólo la Idea Espiritual podrá restablecer en el mundo un reinado pacífico. La Idea Espiritual es una idea perfecta, íntegra, resultado de ideas claras y sentimientos genuinos. No hay ideas y emociones, sino idea-emoción conjunta, simultánea.
Cafh divide las almas en grupos de hombres y mujeres para educar estas voluntades distintas y encauzarlas hacia la Idea Espiritual.
El ser del futuro no será un hermafrodita, sino un ser de reacciones armónicas y similares que no buscará en la diversidad de los sexos la atracción y reacción, sino un complemento armónico y sólo ligeramente diferenciado.
Las categorías determinan el caudal de posibilidades de los Hijos.
Cada uno de los Hijos trae consigo una Ley de Consecuencias que ha de cumplir en la vida, a pesar de su vocación espiritual y de estar destinado a Cafh.
Hay una infinidad de factores físicos, éticos, ancestrales, que necesitan ser considerados para saber si uno puede o no puede saltar ciertas vallas.
Además, dentro de cualquier categoría uno puede llegar a la cumbre espiritual, pues en todas se suceden los grados que elevan y predisponen el alma a la suprema realización. Las categorías sólo se ajustan a los diversos métodos de vida de los seres humanos.
Cafh no dice que un solo estado de vida lleva a la perfección, ya que considera que en diversos estados, con más o menos celeridad, puede el Hijo libertarse.
La categoría base se dedica a la educación y al desenvolvimiento habitual de los Hijos. Es la escuela de Cafh. En ella el Hijo se hace apto física, mental y espiritualmente.
El Radio de Estabilidad y la práctica de las disciplinas impuestas eliminan en uno, cuatro y siete años las células indeseables. El Hijo tiene así un cuerpo nuevo y adecuado, apto para emprender la marcha.
El poder de la Gran Corriente y el estudio de las enseñanzas eliminan las diversas vibraciones mentales y acostumbran el pensamiento a la Idea Única.
La práctica de la meditación y de la vida interior van descubriendo al alma el verdadero amor y la Imagen de la Divina Madre haciendo inquebrantable a la voluntad.
El examen retrospectivo y el conocimiento de sí mismo hacen que el Hijo elija el estado de vida y la categoría que espiritualmente le corresponden.
La Categoría de los Hijos que viven en el mundo ha de formar familias modelos.
Cafh tiene a muchos de sus Hijos que viven, trabajan y luchan en el mundo. Esta categoría es el punto de apoyo de Cafh. Ellos están destinados a formar las familias, imagen de las familias del futuro, exentas de egoísmos personales y lazos de raza.
Cafh considera la familia como un factor negativo sólo cuando ésta converge su atención únicamente en ella, encerrándose en un círculo limitado y egoísta, ya que estima que la verdadera familia ha de ser una fuente de unión y de ayuda para todos los seres.
El lema de Cafh a este respecto es: “Amo a los míos a través de los ojos de todos los seres humanos”.
Esta familia de Cafh ha de ser un centro de solidaridad de todos los seres humanos en donde la hospitalidad, el buen consejo, el servir al prójimo, el iluminar a las mentes de los que buscan el sendero, es una ley.
Su misión espiritual será vivir la mística interior sin desatender la más mínima de sus obligaciones externas, aun las más insignificantes. Su apostolado incesante estará constituido por la ayuda eficiente a la Humanidad. Se entiende por ayuda eficiente la oración interior acompañada por el acto exterior.
La vida espiritual de estos Hijos ha de ser, además, transmitida a los familiares e hijos. Han de tener, como uno de sus móviles principales, engendrar almas para Cafh y la raza futura.
La categoría de los Hijos que viven en comunidad aspira que sus componentes lleguen más rápidamente a la perfección.
En la Comunidad, el Hijo encuentra todos los medios exteriores y las disposiciones necesarias para poder entregarse, sin preocupación y enteramente, a los ejercicios y prácticas espirituales.
Los Hijos están, además, divididos en diversos grupos.
El alma ha de tener al alcance de sus manos las herramientas necesarias para el trabajo espiritual. A los niños se los alimenta con leche y a los hombres con pan. Si se quisiera dar a cada Hijo todo el caudal de enseñanzas y de experiencia mística de Cafh se le haría un gran mal. Es evidente el daño que hacen ciertos libros puestos al alcance de todos y la enseñanza de ciertas prácticas psíquicas impartidas a quien no está preparado para recibirla.
El Hijo en cada grupo recibe el pan espiritual apto para él y con prudencia es iniciado en las prácticas ascéticas, siendo atentamente vigilado pues siempre lo desconocido es un arma de doble filo.
Aun con aquellas almas que desde un principio demuestran grandes aptitudes y aspiraciones hay que ser discreto y prepararlas adecuadamente durante uno, cuatro y siete años.
Las vocaciones verdaderamente extraordinarias, pues hay almas ya predispuestas ancestralmente y que pueden recibir enseñanzas y orientaciones superiores, no están nunca marcadas por el entusiasmo y la exaltación, sino por la resistencia anímica que demuestran al ser sometidas a la disciplina, al sufrimiento y a la práctica de las virtudes internas.
Muchos Hijos, sobre todo principiantes, lamentan no tener en Cafh un apostolado evidente o algún trabajo directo.
Cafh no tiene ni apostolado ni trabajo directo que cumplir.
El apostolado de los Hijos nace del interior, brota por sí mismo desde su alma hacia el exterior en el momento oportuno; es algo de uno y lo que uno hace, como la luz que no puede no ser vista.
La curación de los enfermos, la providencia a los necesitados, la dirección de las almas, es una práctica totalmente interior. Cuando la copa interior del alma está colmada se vierte por sí sola, naturalmente. Todo a su momento y a su hora.
No es de extrañar que se encuentren almas en Cafh estancadas en un lugar y no pasen de allí. Por su idiosincrasia o falta de aplicación en su momento oportuno han perdido su posibilidad. Llegan a un punto tope y no adelantan. Estas almas, sin embargo, no pierden su tiempo y preparan su desenvolvimiento total para una época futura.
Las etapas y grupos son, entonces, siempre indispensables para el adelanto de los Hijos.

Fundador de CAFH

Las Enseñanzas directas de Santiago Bovisio quedan así depositadas en manos de los hombres, cumpliéndose de esta manera su mandato final= ¡Expandid el Mensaje de la Renuncia a toda la Humanidad! Que la Divina Madre las bendiga con su poder de Amor.

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